Hablamos con Facundo Cornejo, director de Salud Colectiva del Ministerio de Salud de la provincia de Neuquén, sobre la inauguración del primer hospital mapuche del país «Ranguiñ Kien”. Nos adelantó que este año podría finalmente comenzar a funcionar.
En 2015 dimos a conocer la noticia de la creación del primer hospital intercultural mapuche del país: «Ranguiñ Kien”, instalado en Ruca Choroy, a 30 kilómetros de la localidad neuquina de Aluminé, donde se conjugarían medicina occidental con la medicina tradicional de pueblos originarios y donde trabajarán juntos médicos científicos y curanderos.
En 2016 hablamos con el médico Facundo Cornejo sobre la futura inauguración del hospital: “La inauguración se va a ir dando por etapas. Es un proceso complejo en el que hay muchas personas y variables involucradas. No tenemos una fecha exacta prevista, aún así puedo pronosticar que durante el 2017 ya estaría en marcha la primera etapa de funcionamiento del hospital”, explicaba mientras recordaba que si bien la medicina mapuche se practica hace muchos años en Neuquén, lo novedoso de la creación de este hospital es que “por primera vez se va a materializar y tendrá estructura de hospital“.
Hoy, en una segunda charla con el experto, pudimos conocer el estado actual del hospital mapuche: «Está previsto que este año efectivamente se inaugure y comience a funcionar. Vamos sorteando obstáculos varios, pero supongo que para el segundo semestre habrá novedades», afirma el médico.
El nombre “Ranguiñ Kien” significa media luna y fue elegido porque los mapuches para curar y sembrar miran la luna.
El diseño del hospital Ranguiñ Kien, tal su nombre, representa una medialuna mirando en dirección al sol como también las cabeceras de las camas en las habitaciones. Esto es para respetar la cosmovisión mapuche y el significado que tiene el sol de dar vida.
La distribución de los espacios, laboratorios y el modo de gestión rompe con los esquemas conocidos en los hospitales del sistema público de salud ya que incorpora una metodología en la que todos los actores tienen poder de decisión para el funcionamiento y atención de los pacientes.
Cornejo comenta que “uno de los derechos de los pueblos originarios consagrado por nuestra Constitución Nacional y Provincial es elegir cómo quieren atender sus problemas de salud. Por más que tengamos postas sanitarias, las comunidades del lugar siguen utilizando su propia medicina, sus propios curadores. Hay que tener la cabeza lo suficientemente abierta para entender que la medicina occidental no es la única posible: no estar abiertos a que haya otras maneras de entender el proceso de salud, enfermedad y cuidados es de necios”
El modelo de administración pensado para este hospital mapuche es circular: la comunidad tiene mucho que decir y los lonkos (jefes) participan junto a los equipos de salud tradicionales. El modelo de gestión es diferente al tradicional.
El hospital tendrá lugares de atención circulares, espacios donde se elaborarán las medicinas a base de hierbas, cremas y rituales con plena participación de curadores mapuches.
El Departamento de Aluminé
El Departamento Aluminé tiene 10 mil habitantes de los cuales 2.300 forman parte de las comunidades originarias integrantes del proyecto. En la reforma de la Constitución neuquina del año 2006, el Estado provincial reconoció la diversidad cultural y étnica en el artículo 105, y la interculturalidad en el 107.
En el artículo 53, referido a pueblos Indígenas, expresa que “la Provincia reconoce la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas neuquinos como parte de la identidad e idiosincrasia provincial. Garantiza el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural”.