Desde hoy y hasta el 23 de enero en Corrientes el aire tendrá olor a danza y folklore, el sonido del acordeón y las guitarras se adueñarán del tiempo, porque comienza la 26° Fiesta Nacional del chamamé, en el Anfiteatro Mario del Tránsito Cocomarola. Debido a ser una de las zonas más afectadas por las inundaciones durante las diez noches se recibirán donaciones en el anfiteatro.
En la primera noche la fiesta contará, entre otros, con la actuación de Chango Spasiuk en el marco de un programa con 24 números artísticos de música y danzas.
Entre los artistas invitados a esta edición se encuentran también la cubana Yusa, el viernes 15 de enero; Los Alonsitos, el domingo 17; Las Hermanas Vera, el lunes 18; Daniel Agostini junto a “Los hijos de los Barrios”, el martes 19.
El jueves 21 de enero actuarán en diversos cuadros de la fiesta el cantautor rosarino Jorge Fandermole y el acordeonista Raúl Barboza.
El bandoneonista Diego Gutiérrez se presentará el viernes 22 de enero en tanto que para el cierre del sábado 23, se presentará Ramón Ayala, Coti Sorokín junto a un ensamble de la Orquesta Folklórica de Corrientes y el reconocido cantautor Mario Bofill.
Entre otras formaciones clásicas del chamamé está prevista la participación de Rudy y Nini Flores, Los de Imaguaré y representantes de diversas provincias tanto como de Brasil y Paraguay, ya que se trata de la décimo segunda edición de carácter regional a nivel Mercosur.
El Chamamé cuenta su historia
Con epicentro en la provincia de Corrientes, el chamamé llega al este del Chaco, norte de Santa Fe y norte de Entre Ríos. El sur de Misiones y parte del este de Formosa, participan de la vigencia del Chamamé. El éxodo de correntinos hacia los algodonales y obrajes chaqueños en busca de mejores condiciones y su posterior afincamiento definitivo, ha provocado un desplazamiento hacia el este del área del Chamamé y prácticamente los estratos populares rurales de las dos provincias que responden a la pauta folklórica guaranítica, son los portadores más importantes de esta expresión del folklore musical.
Explica Gonzalo «Pocho» Roch, historiador: «El guaraní -que pobló Corrientes hace 4500 años- tiene dos tipos de música, la sacra, que es el chamamé, un rezo danza para los días de lluvia. Chamamé significa ´estar en la lluvia con el alma mía´. Para el guaraní la palabra era el alma. Y era un canto-rezo para los días de lluvia. La lluvia era el bien más preciado que Dios le regalaba para equilibrarles el alma y la mente, además de ser utilitaria para sus cosechas. Las reuniones entre los más sabios de la tribu se hacían los días de lluvia y se llamaban Amandayé, que quiere decir amar la lluvia y lo que dice la lluvia».
Para Pocho, autor de la célebre Pueblero de allá Ité, «el sapucay no es ese grito que pegan ahora: eso es burdo, un invento de los gringos para dejarlos bajos a los guaraníes. Sapucay significa ´le quema el sonido en los ojos´, porque era un canto pronunciado en voz muy alta, con el que se adoraba a Dios y se le pedía que no finalizara el mundo en los días de eclipse. El sapucay era para los días de eclipse».
Diferentes estilos
Chamamé Orillero es en el que se notan influencias del tango. Tal hecho ocurre en las periferias de las ciudades del ámbito guaraní.
Chamamé Ganci o Chamamé triste es una modalidad del Chamamé y se caracteriza por su tónica, también se lo denomina Chamamé Canción.
Chamamé maceta: de pulso y ritmo vivos, habituales en los grupos que tocan en festivales y bailes.
En Cosquín también hay chamamé
Chango Spasiuk llevó otra vez el chamamé a Europa
Anfiteatro Mario del Tránsito Cocomarola
Av. José Manuel Estrada 3400. Corrientes. Argentina.
Entradas $80
Fuente: Instituto de Cultura de Corrientes