En el chaqueño Parque Nacional El Impenetrable colocaron 60 cámaras-trampa que permitirán estimar cuántos yaguareté habitan la zona, una de las especies en peligro de extinción más amenazadas del país con menos de 300 ejemplares en todo el territorio.
En 2001 se sancionó la Ley Nº 25.463 que declaró al yaguareté Monumento Natural Nacional, máxima categoría de protección para una especie.
Dentro del área protegida fueron colocadas 50 cámaras-trampa, un sistema de captura de imágenes que tiene un sensor de movimiento y toma una foto al detectar el paso de un animal, y otras 10 por fuera, en los corredores de conservación y en el Parque Provincial Fuerte Esperanza.
Las cámaras funcionarán las 24 horas durante dos meses, y sus puntos de ubicación se pudieron identificar gracias al trabajo de investigadores que aportaron información valiosa durante el último año para focalizar los sitios con potencial presencia de los animales.
Durante mayo, junio y julio se realizará un muestreo intensivo para la obtención de datos para realizar estimaciones sobre la situación poblacional del yaguareté, como parte del Plan Nacional para la Conservación de la especie, en el que participan también la Dirección Regional Noreste y del Centro de Investigaciones del Bosque Atlántico y el Instituto de Biología Subtropical (CeIBA e IBS).
El relevamiento es uno de los más grandes realizados para yaguaretés en la región chaqueña (Chaco, Santiago del Estero, Formosa y Salta).
Objetivo del muestreo
La información de este muestreo permitirá estimar, tras el análisis científico, la cantidad mínima de ejemplares de la especie, así como la de su principal competidor, el puma.
También se evaluará la situación general de especies de las que se alimenta el yaguareté, «que son clave para el ecosistema y de gran valor de conservación para el Parque Nacional».
El Parque Nacional El Impenetrable es uno de los lugares que han tenido la mayor frecuencia de registros de yaguaretés en los últimos dos años, junto con el centro de la provincia de Formosa.
El yaguareté puede pesar entre 70 y 130 kilos, y desde el lomo al suelo mide 80 centímetros. El pelaje tiene un color de base amarillo anaranjado, salpicado de rosetas negras dispuestas irregularmente.
El yaguareté, el felino más grande de América, enfrenta una situación crítica en el país, con una población estimada de 250 a 300 ejemplares dividida entre la yunga del noroeste, la selva misionera y el Chaco.
La caza furtiva, la cacería de las presas que alimentan al animal, como pecaríes y venados, y la pérdida de bosques atentan contra su conservación.