El 16 de julio seis embarcaciones partieron desde el muelle de Vuelta de Rocha, en el barrio porteño de La Boca para homenajear a la Virgen del Carmen: realizaron la segunda procesión náutica para celebrar el aniversario de la llamada «estrella de los mares». Estos festejos se realizan en distintos países de América y Europa, en especial en Galicia. En Buenos Aires comenzaron a celebrarse hace un año con el fin de recuperar una vieja tradición.
Con sus trajes de gala e instrumentos típicos, distintos grupos musicales de la comunidad gallega le dieron un fuerte y alegre colorido a la procesión que marchó, encabezada por la virgen ubicada en un pedestal rosa, primero sobre el río y luego por calles de La Boca, al son de la gaita, pandereta, bombo y redoblante.
Santa María del Monte Carmelo, referida comúnmente como Virgen del Carmen o Nuestra Señora del Carmen, es una de las diversas advocaciones de la Virgen María. Su denominación procede del llamado Monte Carmelo, en Israel, en la ciudad de Haifaun.
España es uno de los países donde más arraigada se encuentra esta advocación. Los pescadores han nombrado a la Virgen del Carmelo su fiel protectora y, además, la Marina española le ha otorgado el título de Patrona. Por esta razón, la Virgen del Carmen es conocida como «la estrella de los mares».
«La idea es navegar para que se cumplan los objetivos de volver a viajar por el Riachuelo, y además tiene el fin religioso de que la virgen tenga su procesión acuática porque ella es patrona de la marina española, patrona de todo lo relacionado con el mar y con los hombres de la mar, además de las enfermedades y catástrofes», aseguró Beatriz Regueira Carballo, de la Asociación Hijos del Ayuntamiento de Zas, ubicada ene el barrio de La Boca y organizadora del evento.
La procesión partió de Vuelta de Rocha hasta el Coloso en Avellaneda, donde otras instituciones de la colectividad gallega los esperaba con festejos, para luego volver al muelle y continuar la procesión por tierra, por Pedro de Mendoza y Almirante Brown con los músicos ejecutando distintas canciones regionales de Galicia, como pasodobles, jotas y marchas, para culminar con la realización de una cálida y pequeña romería, y el traslado final de la Virgen del Carmen en la autobomba de los Bomberos voluntario de La Boca.
«Estamos acompañando a la procesión para que no se pierda esta tradición, por eso acá estamos específicamente la comunidad gallega», dijo Araceli Fernández, bailarina, cantante e instrumentista, vestida con un traje negro de gala típico de aquella región autónoma del extremo noroeste español.
La procesión náutica estaba encabezada por una embarcación de la Prefectura, luego marchaba una barca en la que iba la Virgen y la orquesta musical y la seguían otras tres.