Un delfín recién nacido que había quedado encallado fue rescatado por personal de la Dirección de Fauna y de la Fundación Cethus en una playa atlántica cercana a Viedma, en Río Negro, y tras mantenerlo hidratado se lo devolvió a las aguas en la zona de la desembocadura del río Negro en el mar.
El pequeño cetáceo, de la variedad franciscana, de apenas 61 centímetros de largo y con el cordón umbilical todavía sujeto a su cuerpo, fue encontrado el sábado pasado cerca del mediodía por personas que practicaban aerobismo en ese sector de la playa, en el balneario El Cóndor, a 30 kilómetros de Viedma.
Es justamente en el estuario del río Negro donde vive el delfín franciscana, uno de los más pequeños y amenazados del mundo. Por este motivo la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza lo calificó como especie vulnerable.
Por eso llegaron de inmediato los especialistas de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Río Negro y de la Fundación Cethus, quienes se ocuparon de mantener hidratado al delfín y llevarlo hasta la playa de la desembocadura. En ese sitio, donde es frecuente observar la presencia de esta variedad de delfines, el ejemplar fue devuelto a las aguas, con la finalidad de que pudiese reencontrarse con su madre, de la que se habría alejado involuntariamente llevado por la fuerte marejada de ese día.
Los expertos pudieron establecer que se trataba de un ejemplar hembra, con pocas horas de vida ya que todavía no se le había desprendido el cordón umbilical. Mientras se lo preservaba le tomaron muestras de sangre para incorporarlas a los estudios científicos en el marco del Proyecto Delfines del Río Negro de Fundación Cethus.
Desde 2001 este programa investiga las necesidades de conservación de los cetáceos que habitan esta región, con apoyo de la organizaciones ambientalistas internacionales Whale and Dolphin Conservation y The Rufford Fundation, con la autorización de la secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Río Negro.
Foto: Gentileza Marcelo Minichelli
