Desde arriba, con los pies clavados en el cuerpo helado del glaciar Perito Moreno, la tierra cálida parece un recuerdo lejano. Todo es blanco y cuando el sol esquiva las nubes se refleja en el hielo y desprende espadas luminosas. Hay que entrecerrar los ojos para poder ver. Hay que abrir el alma para entender que ese cuerpo gigante desprendido del Campo de Hielo Patagónico Sur, es producto de la naturaleza y se puede pisar, oler y recorrer.
Una excursión llamada Minitrekking (senderismo corto) permite caminar el Perito Moreno por dos horas pagando 2400 pesos (con traslado desde El Calafate, pero sin la entrada al parque, que cuesta 260 pesos para argentinos no residentes en Santa Cruz), y por siete horas otra llamada Big Ice (hielo grande) pagando 4000 pesos.
Es un jueves de diciembre y el sol calienta las caras de los turistas que viajan a Calafate, Santa Cruz, desde todo el mundo para conocer el Perito Moreno desde adentro y desde arriba. El Minitrekking comienza en el puerto Bajo las Sombras –a 75 Kilómetros de Calafate- donde se embarca para cruzar el Brazo Rico: son 20 minutos en barco desde donde se ven pedazos de hielo nadando, desprendidos de este glaciar de 30 Kilómetros de longitud y 250 de superficie.
El sol lo enfoca y se lo ve azul en algunas partes. Parece una maqueta gigante de telgopor que por momentos grita un sonido de trueno y desprende un pedazo de su cuerpo. El Perito Moreno tiene 170 metros de alto de los cuales 60 están a la vista: el resto vive sumergido en el agua.
Se llega a la costa sudoeste donde hay piedras naranjas y marrones, bosque de coihues de 20 metros en contraste con el glaciar que espera, imponente. Los guías arman grupos de 20 personas y comienza la caminata: serán dos horas donde el cuerpo estará sostenido por el hielo, el asombro y la sensación de que el ser humano es una hormiga en un gran bloque helado.
El camino es empinado y cambia día a día por los continuos movimientos del glaciar. “Ese hueco que ven ahí se llama sumidero y puede tener hasta 30 metros de profundidad. Se forma por el agua que recorre la superficie y se filtra”, comenta Andrés, nuestro guía cordobés. Agrega que también hay grietas y seracs (fracturas en el hielo), y pequeñas lagunas.
“Caminen con pasos firmes y rodillas flexionadas. En las bajadas inclinen la espalda hacia atrás para evitar caer de frente”, aconseja Marcelo con la seguridad que le dan sus 20 años como guía de montaña. Este hombre que afirma no dejar de sorprenderse jamás con este paisaje, es el encargado de que nadie de un paso en falso y caiga al vacío. Comenta que suelen haber accidentes menores como esguinces y torceduras, y algunas veces fracturas más complejas.
Se escuchan los pasos afilados por los grampones, un accesorio de dientes de acero que los guías colocaron debajo de las zapatillas de los turistas. También se escucha el agua caer -suave y constante- por cascadas que recorren como venas al glaciar y llevan agua de deshielo.
Una mujer de unos 60 años camina lento de la mano de Andrés. Todos la seguimos, en fila: andamos por un sendero de 50 centímetros marcado con martillos por los mismos guías. Hay que saltar grietas, prestar atención a cada paso y mantener el equilibrio. Pisar con todo el pie, esa es la consigna. El aire es puro en el Perito Moreno y por momentos un viento fuerte sacude a todos. Piden que nadie saque fotos, que nadie tenga las manos ocupadas por nada más que los guantes, necesarios para no cortarse con el hielo.
Luego de dos horas dejamos la superficie crocante de hielo glaciar y pisamos tierra firme. Lo vemos desde lejos: solitario, imponente. Y sentimos que vamos despertando de a poco de una aventura inolvidable.
Un 10 % de la Tierra está cubierta de glaciares, que acumulan más del 75 % del agua dulce del mundo. Hoy el 84 % del área total de glaciares esta en la Antártida.
Parque Nacional los Glaciares: el más occidental del país
Tiene 726.927 hectáreas ubicadas al sudoeste de la provincia de Santa Cruz. Fue creado en 1937 para preservar una extensa área de hielos continentales, montañas andinas, bosques fríos, glaciares y grandes lagos de origen glaciar.
Debido a su espectacular belleza, su interés glaciológico y geomorfológico, y parte de su fauna en peligro de extinción, la UNESCO lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 1981.
El campo de hielo Patagónico Sur es la tercera extensión de hielos continentales más grande del mundo: 16.800 kilómetros cuadrados. Está situada en los Andes patagónicos, en la frontera entre Argentina y Chile. De él se desprenden 49 glaciares.
¿Dónde queda el glaciar? A 78 kilómetros de la ciudad de El Calafate, Santa Cruz, Argentina.
Fotos: Por el País