Vecinos de San Miguel del Monte, a 110 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, lograron frenar la tala de casi 50 árboles que la Municipalidad Monte autorizó a arrancar, en una bochornosa concesión que le otorgó a una empresa local para construir una casa de té en la zona sur de la laguna. Los vecinos denuncian que lo hizo sin haber realizado un estudio de impacto ambiental y por eso presentaron una denuncia en los Tribunales de La Plata.
El escándalo, que dejó el saldo de 20 árboles talados, involucra también al Concejo Deliberante, que votó la normativa de forma mayoritaria.
El ejecutivo local concesionó ese espacio por 15 años. Se trata de una superficie de más de 200 metros, que corre paralela a la laguna y que cayó en manos del empresario local Sergio Gherardi, socio gerente de Agropecuaria Ghegoil S.R.L. El concesionario tiró abajo unos 20 árboles de más de 60 años y se llevó la leña para comercializarla. Si cada árbol da al menos tres toneladas de leña, el cálculo rápido es que 6 millones de pesos en leña se llevó el concesionario de árboles que pertenecen al patrimonio natural de los montenses.
Para frenar la tala y debido a estos incumplimientos, los vecinos presentaron una acción ante la Justicia de la Plata. «Es grave el hecho de que el Municipio no haya presentado un informe de impacto ambiental que justifique la tala. Ni siquiera la coordinadora de Medio Ambiente elaboró un informe que avale semejante acción contra la naturaleza, ni marcó los árboles supuestamente enfermos», dijeron los vecinos. «Lo que presentaron como informe ambiental es un estudio mensual elaborado por una licenciada en paisajismo en octubre de 2022».
Este medio pudo acceder al texto elaborado por la paisajista, quien considera la remoción de ejemplares ahuecados considerándolos enfermos cuando los especialistas en arboricultura indican que un tronco ahuecado no es atribuible a una enfermedad por la cual haya que talarlo. La paisajista reconoce que “el proyecto de obra implica la remoción de algunos ejemplares vivos” sin especificar el número ni invocar razones técnicas. Sí dice que la tala “implica un gran impacto climático, ambiental, visual y a su vez modifica el ecosistema de la flora y la fauna autóctonas”, cuestiones no tenidas en cuenta.
Por otro lado, los vecinos denuncian que el concesionario incumplió el pliego de licitación al talar árboles sanos, un hecho admitido públicamente por el Municipio. «A falta de personal idóneo, los vecinos queremos saber quién aplicará la multa que el Municipio dijo que merece el incumplimiento del pliego licitatorio, cómo se calculará esa multa y de cuánto será. Consideramos que es incongruente que el municipio diga que el concesionario incumplió al talar árboles sanos pero le permita llevarse la leña de los árboles sanos», dijeron los vecinos en un comunicado.
«Como colectivo de vecinos reclamamos la participación pública en la reformulación de este proyecto en particular, y de todos aquellos en los que esté en juego el patrimonio ambiental de San Miguel del Monte», dijeron. «Los vecinos no estamos en contra del progreso ni de la inversión. Es necesario pensar en proyectos que sean sustentables a largo plazo y que no agoten la salud de la laguna, porque la laguna es un ser vivo y es necesario cuidarla como tal. Si se agota el recurso, se termina la única industria no contaminante que tiene Monte».
Qué dijo el Municipio
Silvio Ilarragorri, de profesión contador, es el funcionario municipal que ofició de vocero del intendente radical José Matildo Castro. Reconoció la falta de controles, pero no mostró ningún estudio de impacto ambiental que avalara semejante tala de árboles que datan de la década de 1960.
“Hay que establecer un trabajo interdisciplinario cuando se toma una decisión de este tipo”, dijo Rodríguez Mata, que no fue consultado por el Municipio a pesar de ser una referencia nacional e internacional en cuidado del medio ambiente.