Fachada - Ronconcon

Una fusión que enriquece el paladar

Ronconcon es el sueño de tres apasionados de la gastronomía que se encontraron sin buscarse: los venezolanos Nayary Moncada y Paul Porras y el argentino Emilio Bruno. Por Sonia Luna.

Discípulo de Fede Cuco, el bartender Emilio Bruno encabezó las barras de 878, Florería Atlántico, Isabel y Franks. El destino hizo que en uno de sus trabajos se enamorara de Nayary. Ella tuvo un bar en Caracas y llegó al país con el deseo de abrir aquí uno nuevo y a los dos años lo logró: inauguró Garage Bar en San Telmo. La pareja conoció a Paul, gastronómico de vocación quien también contaba con una amplia experiencia en el rubro, y, tras forjar una amistad decidieron unir sus experiencias y deseos para dar vida a este restaurante que expresa la identidad y sazón de la gastronomía latina.

Ronconcon tiene un formato de carta corta, con platos pequeños para llevar al centro de la mesa y compartir. La propuesta actual combina sabores de Colombia, Ecuador, México, Perú, Venezuela y Argentina. Fue creada por el trio Porras-Moncada-Bruno, junto a los cocineros venezolanos Fernando Navea (chef) y Magdiel Angarita (sous-chef). Combina la comida de Perú, Venezuela, México, Ecuador, Colombia y Argentina, con platillos muy creativos, una alquimia que sacude el tablero y tacha el legado de producir comida de un país (con sus costumbres) para incoporarla a otras y renovarlas.

Salón 1 - Ronconcon

Para comenzar el recorrido se sugiere la panera Ronconcon ($165), compuesta por masas tradicionales y artesanales: panes de café, arepas andinas y buñuelos de yuca (mandioca). Otro recomendado es el ceviche de pesca curada (ración $425, porción entera $545) con ají amarillo, maíz chuspillo, mango, cilantro, chips de mandioca y jalapeño; como también una versión de los clásicos tequeños ($295), rellenos de queso llanero y chorizo, acompañados de una salsa criolla de bocadillo (guayaba) y una emulsión de ajo y perejil.

Un fuerte de la carta son los tacos de cerdo ($390), realizados con tortillas artesanales de maíz nixtamalizado, con rocoto ahumado, cebolla morada, hojas de cilantro y una emulsión de palta y café, acompañados con una porción de frijoles refritos. Y los patacones ($440) son imperdibles: cubiertos con carne mechada, queso llanero y pico de gallo, acompañados con barbacoa de plátano y frijoles negros.

El asado negro ($475) combina un cachete de novillo en cocción lenta, un puré de zapallo con mandarina y brotes frescos. Y los guiños a la cocina argentina se encuentran en las mollejas de degolladura ($390) sobre cachapas con chimichurri de huacatay; y en el pan de maíz y pollo frito ($340) con “manjar negro”, una manteca quemada con dulce de leche, puré de palta y chiles encurtidos. La experiencia culmina con dos explosivos postres: el volcán de plátano maduro y dulce de leche ($195), con crema de queso, mermelada de guayaba y lima; y el Xocolatl ($225), compuesto por un lingote de cacao 70%,
quinotos, sal habanera, crumble de trigo sarraceno, granita de ron y flores de jamaica.

La carta de vino es módica pero está bien curada (con cepas clásicas yotras no tan populares a nivel local, como Garnacha y Petit Verdot, de Mendoza, Salta y Patagonia); y la barra despacha unos tragos de autor muy sabrosos, como el Tamarindo Daisy (una gran versión del Margarita), con tequila de chiles secos, cordial de tamarindo, triple seco más limónmargarita.

Lo ideal es pedir platos para compartir pero no porque sean muy grandes, sino para atender a los sabores que tiene cada uno. El lugar es una casona reciclada de Caballito (a cinco cuadras de Parque Rivadavia) a la que le imprimieron un clima caribeño, con música que le aporta clima vacacional con clásicos del latin jazz, la bossa, la salsa y el folklore.

Ronconcon, Beauchef 527, Caballito, CABA. Días y horarios de apertura: miércoles de 20 a 24 hs, jueves a sábado de 20 a 1 hs, domingo de 20 a 24. Capacidad: 40 cubiertos en salón interno y 15 en exterior. Formas de pago: efectivo y tarjetas Visa, Amex y MasterCard.