Un contingente de 240 argentinos, la mayoría de ellos familiares de caídos en la Guerra de Malvinas, viajarán el lunes 26 a las Islas Malvinas para visitar el cementerio de Darwin y dejar oficialmente inauguradas las placas de las tumbas de los 90 soldados cuyos cuerpos fueron identificados el año pasado por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
«Se trata de un viaje de carácter humanitario. En Darwin habrá un acto con mucha emoción, que incluirá un oficio religioso, el descubrimiento de las tumbas con sus respectivos nombres y un homenaje militar con gaitas así como el reconocimiento de los caídos en su carácter de héroes», dijo hoy a radio Mitre el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj.
Los cuerpos de soldados identificados llegan a 90 luego de haber analizado las muestras de ADN que aportaron 107 familias y que se compararon con los restos extraídos el año pasado de Darwin de 121 tumbas y 122 cuerpos, exhumados en el cementerio por un grupo de forenses coordinado por el CICR.
También viajarán el ex combatiente y presidente de la fundación No me Olvides, Julio Aro -uno de los impulsores de la iniciativa de las identificaciones- y el ex capitán del Ejército inglés Geoffrey Cardoso, quien -apenas terminada la guerra que tuvo como saldo 649 argentinos muertos- fue el encargado de coordinar el entierro de los argentinos en Darwin.
La amplia delegación viajará en dos aviones de la empresa Andes Líneas Aéreas que partirán desde Ezeiza en la madrugada del lunes 26 en un vuelo directo de 3 horas con destino a Mount Pleasant, la base militar donde funciona el aeropuerto de las islas.
Desde allí, la comitiva recorrerá en micro los 80 kilómetros que separan el aeropuerto militar malvinense del cementerio de Darwin -donde se hará el homenaje- y está previsto el regreso al continente ese mismo día por la tarde. En el cementerio habrá una celebración religiosa.
Los familiares podrán recorrer el camposanto y ver por primera vez en 90 tumbas las lápidas con el nombre y apellido de su ser querido, que reemplazaron a las antiguas que permanecían desde 1982 y llevaban la leyenda «Soldado argentino sólo conocido por Dios».