Científicos argentinos, alemanes y chilenos estudian desde Río Grande, Tierra del Fuego, y desde El Calafate, Santa Cruz, el comportamiento de la atmósfera en la región patagónica y antártica. Para ello, utilizan una aeronave alemana con instrumental de última generación.
El trabajo, que se realizará en dos etapas: una entre septiembre y octubre, y otra entre noviembre y diciembre, analizará desde procesos dinámicos hasta químicos de la envoltura gaseosa que rodea la Tierra, con el objetivo de entender el comportamiento de las llamadas “ondas de gravedad” y evaluar el impacto de la quema de biomasa en el derretimiento de los glaciares.
El proyecto comenzó con vuelos del avión alemán Gulfstream G550, que permitirá realizar experimentos para decodificar los procesos atmosféricos desde las capas inferiores hasta las ubicadas a 90 kilómetros de altura.
“Estas mediciones inéditas nos permitirán comprender mejor el movimiento de la capa de ozono en esta zona, pero también otros temas referidos a la contaminación. Nos interesa saber, por ejemplo, el tema de la quema de la biomasa -como la ocurrida en la Amazonia de Brasil- y si esas partículas que están flotando producen una interacción con las nubes, cambiando los patrones de precipitación”, explicó Salvador Enrique Puliafito, científico de la Facultad Regional Mendoza de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) e investigador del Conicet.
Según detalló Puliafito, esa interacción de partículas con las nubes, “puede producir una deposición de hollín en los glaciares, lo que a su vez puede provocar una aceleración en su derretimiento”, afirmó.
Por su parte Alejandro De La Torre, profesor de la Universidad Austral de Buenos Aires e investigador del Conicet, sostuvo que al entender la variabilidad del clima se podrá avanzar en si el cambio climático está originado en un factor antropogénico (por la intervención del hombre) o por razones naturales.