Es un martes de otoño en Esquel, provincia de Chubut, y en el pasto se ve una fina capa de hielo. El cartel de la terminal dice que el micro sale a las 7. «Hasta Piedra Parada hay 130 kilómetros», lanza Miguel, el chofer del
Es un martes de otoño en Esquel, provincia de Chubut, y en el pasto se ve una fina capa de hielo. El cartel de la terminal dice que el micro sale a las 7. «Hasta Piedra Parada hay 130 kilómetros», lanza Miguel, el chofer del