Apenas puso un pie en el escenario, Marian Farías Gómez, fiel heredera de una familia a la cual el corazón le repica en el pecho, saludó con los dedos en V y enseguida empezó el canto de un público militante
Apenas puso un pie en el escenario, Marian Farías Gómez, fiel heredera de una familia a la cual el corazón le repica en el pecho, saludó con los dedos en V y enseguida empezó el canto de un público militante