Esta receta de niños envueltos me la pasó Gali, una vieja amiga de Banfield que hablaba mal el castellano y escribía bien en árabe. Había remontado en barco desde Siria, huyendo del horror de la guerra y el espanto del hambre.
Esta receta de niños envueltos me la pasó Gali, una vieja amiga de Banfield que hablaba mal el castellano y escribía bien en árabe. Había remontado en barco desde Siria, huyendo del horror de la guerra y el espanto del hambre.