Para el marinero francés Alain Thébault esta no es su primera creación, pero sin dudas es la más original y positiva para el cuidado del medio ambiente. Creó el «Sea Bubble» -burbuja marina-, un vehículo que utiliza la energía del sol y del agua; tiene forma de burbuja y vuela al ras del agua. Va a utilizarse para transporte de personas, son taxis voladores que recorrerán el Río Sena de París. El primer viaje está anunciado para marzo de este año.
Esta nave eléctrica va a «volar» sobre el río con ayuda de unas finas alas. El objetivo es llevar pasajeros de una punta a otra de París sin contaminar ni hacer ruido. El precio del viaje en el Sea Bubble sería inferior a 10 euros para conectar la ciudad de este a oeste.
El Sea Bubble se elevarán a dos pies por encima del agua gracias a unas alas delgadas y una propulsión limpia. Las naves acumulan energía con paneles solares y la fuerza hidráulica de las corrientes del Sena.
La embarcación puede viajar hasta 30 kilómetros por hora y tiene capacidad para cinco personas, incluyendo un conductor. El chasis es de fibra de vidrio y espuma de alta densidad.
Por su parte, Thébault afirmó que en junio entre cinco y diez Sea Bubble, con capacidad para cuatro pasajeros cada una, entrarán en servicio como taxis acuáticos experimentales.
Ahora, el empresario está negociando con los puertos fluviales para definir los lugares en los que las taxis podrán atracar y recargarse.