Es un domingo de diciembre y el sol ilumina los tomates de la huerta y la albahaca. Para ese entonces yo tenía 13 años y con mi abuela nos pasamos la tarde plantando un árbol de paltas, el persea americano, ese mismo que tiempo más tarde nos daría sus frutos nutritivos y ricos.
Cuando el árbol nos dió sus primeros frutos, con mi abuela y mi mamá comíamos paltas a toda hora. Tanto es así que aprendí a hacer una salsa fría, sencilla y muy rica, para acompañar las pastas.
40 años después veo que este fruto, además de ser caro, es muy consumido y buscado en los comercios Por eso, hoy comparto esta receta sana y fresca.
Se necesita muy poco:
Paltas: si son grandes 3, si son pequeñas 5
2 dientes de ajo
6 hojas de albahaca
aceite de oliva
Cómo se hace:
Colocar las paltas en una procesadora. Agregarle el ajo, la albahaca y un chorro de aceite.
Licuar hasta que todo quede bien unido.
Servir las pastas y agregarle esta salsa fresca. Se puede decorar con nuez y hojas de menta. Como siempre digo: la imaginación debe jugar en cada plato. ¡Listo!
Es ideal para acompañar todo tipo de pastas. También se puede comer untada en pan tostado o junto con alguna carne que necesite hidratación.
LA PALTA, POR DENTRO
El nombre proviene de una palabra de origen azteca, ahucatl, que significa “testículo”. Los españoles terminaron por nombrarla como la pera de las Indias. Es el fruto del árbol Persea americana y se la valora por su gran valor nutritivo. Así, se la agrega a una amplia variedad de platos gracias a su buen sabor y su rica textura. Por ejemplo, es el ingrediente principal del guacamole mexicano.
Hay muchas clases de paltas, y su forma (desde similar a la de una pera hasta redonda) y color (desde verde a negro) puede variar. También pueden pesar desde 220 gramos hasta más de un kilo. El tipo más popular es la palta Hass.
Información nutricional:
Posee una amplia variedad de nutrientes, incluyendo 20 vitaminas y minerales. En una porción de 100 gramos, una palta contiene:
Vitamina K: 25 % del requerimiento diario (RDA).
Ácido fólico: 20 % del RDA.
Vitamina C: 17 % del RDA.
Potasio: 14 % del RDA. (más potasio que las bananas)
Vitamina B5: 14 % del RDA.
Vitamina B6: 13 % del RDA.
Vitamina E: 10 % del RDA.
Además, contiene pequeñas cantidades de magnesio, manganeso, cobre, hierro, zinc, fósforo, vitamina A, B1 (tiamina), B2 (riboflavina) y B3 (niacina).
Esto se acompaña por 160 calorías, dos gramos de proteína y 15 gramos de grasas saludables. Y aunque contiene 9 gramos de carbohidratos, 7 de ellos son fibra, por lo cual sólo 2 gramos son carbohidratos “netos”, por lo cual es un alimento “amigable” para las dietas bajas en hidratos de carbono.
SUS BENEFICIOS
Mejora el metabolismo.
Aporta sensación de saciedad, por lo que su consumo es interesante a la hora de controlar o reducir el apetito.
Debido a su contenido en ácido fólico es un alimento aconsejado en mujeres embarazadas y en personas con anemia.
Es ideal para hidratar la piel.
Las paltas no contienen colesterol ni sodio y son bajas en grasas saturadas.
Es una fuente de potasio: un nutriente que la mayoría de las personas no incorpora de manera suficiente. Ayuda a mantener los gradientes eléctricos en las células y sirve a varias funciones importantes. Varios estudios muestran que un consumo alto de potasio reduce la presión sanguínea, factor de riesgo alto para ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y fallo renal.
Las paltas y su aceite tienen un alto contenido de ácido oleico monoinsaturado, un ácido graso beneficioso para el corazón que, según se cree, es una de las razones principales por la cual el aceite de oliva es saludable.
Es alta en fibra, la cual representa un 7 % de su peso total, una cantidad muy alta comparada con la de otros alimentos. Y la fibra tiene importantes beneficios para la pérdida de peso y la buena salud metabólica.