Fósiles de Homo sapiens de 300 mil años de antigüedad fueron descubiertos en Marruecos por un grupo de investigadores del Instituto Max-Planck (MPI) de la ciudad alemana Leipzig: 22 restos fósiles de huesos, cráneos, mandíbulas y dientes que pertenecían a, al menos, cinco personas.
Este hallazgo abre un nuevo debate científico sobre el origen de la humanidad ya que los restos fósiles serían 100 mil años anteriores a los hallazgos considerados hasta ahora más antiguos, descubiertos en Etiopía y que datan de hace unos 195 mil años.
El líder del equipo de MPI, Jean-Jacques Hublin, admitió: «Pensábamos desde hace bastante tiempo que la cuna de la humanidad se remontaba a 200 mil años en algún lugar del este de África. Nuestros datos muestran, sin embargo, que el Homo sapiens se expandió por todo el continente hace unos 300 mil años»
Según los expertos, mucho antes de que el hombre moderno abandonase África, hace unos 100 mil años, podría haber habitado todo el continente; los científicos del instituto antropológico alemán llegaron a esta conclusión después de hallar en la localidad de Jebel Irhoud, a unos 100 kilómetros al noroeste de Marrakech, los 22 restos fosilizados.
Hublin y su equipo estudiaron los fragmentos pertenecientes a los cráneos con análisis estadísticos y la tomografía computarizada.
La cara de los primeros Homo sapiens ya estaba completamente desarrollada, mientras que la parte trasera de la cabeza era más larga y más parecida a los miembros más antiguos del género homo.
«Esto significa que la forma de los huesos de la cara ya se desarrolló a nuestra manera desde el principio de la evolución», apuntó el coautor del estudio, Philipp Gunz. Por el contrario, la forma del cerebro, y posiblemente también su función, ha cambiado en el desarrollo posterior.
Durante las excavaciones encontraron una gran cantidad de restos fósiles de huesos, algunos de ellos de gacelas, así como algunas herramientas que les sirvieron para datar los hallazgos.
«En Yebel Irhoud tuvimos la suerte de que muchas de las herramientas de piedra habían sido calentados. Gracias a eso hemos sido capaces de aplicar la termoluminiscencia que ha permitido datar con precisión las diferentes capas de los hallazgos», añadió.
Esta técnica posibilita determinar la edad de elementos que hayan sido sometidos a calentamiento y es habitualmente utilizada en arqueología.
El hallazgo pone además de manifiesto que en la época del Homo sapiens vivían más especies de homínidos de las que se pensaba hasta ahora. Junto a los neandertales y el hombre Denisova en Siberia, convivía también el Homo naledi en África.