El término aromaterapia fue creado por René Maurice Gatefosse (1880-1950), ingeniero químico francés, quien realizó investigaciones avanzadas sobre el efecto de los aceites esenciales en problemas físicos.
La aromaterapia es el arte y la ciencia de la utilización de aceites esenciales en el tratamiento de los desequilibrios físicos y emocionales a través de los mismos.
La aromaterapia se vale del poder de cura de las plantas, pero en lugar de utilizar toda la planta o parte de la misma, sólo se utiliza su aceite aromático. Esta sustancia o aroma potente se encuentra en pequeñas glándulas en ambas partes externa y en las partes más centrales de raíces, tallos, hojas, flores o frutos de una planta.
Los principales métodos utilizados en la aromaterapia son: la inhalación, el baño aromático y el masaje entre otros.
Los aromas son nuestro contacto más íntimo con la naturaleza y tienen el poder de predisponer a dormir, a descansar, a estar alerta, a incrementar la creatividad, a bloquear la irritabilidad, a disminuir el dolor, a tratar el estrés, entre otros, porque el olfato es el más antiguo y quizás el más desconocido entre los sentidos desarrollado por el hombre.
Las sustancias odoríferas emiten partículas que son transportadas por el aire, y estimulan células nerviosas olfativas; tal estímulo activa el sistema límbico, que es el área del cerebro responsable de la memoria, y la emoción.
Hay una variedad de factores que ayudan a determinar la eficacia del tratamiento de la aromaterapia: la calidad de los aceites esenciales, los métodos de aplicación, el conocimiento de la aromaterapia, y las diversas precauciones que deban tomarse. Los aceites esenciales son sustancias orgánicas muy volátiles, extraídas de diversas partes de las plantas. Por lo general tienen consistencia acuosa y clara, pero puede solidificarse a temperaturas bajas. Son solubles en alcohol, éter y otros compuestos grasos, insolubles en agua y incoloros amarillos.
Los aceites esenciales
El nombre “aceite” viene de la textura del líquido, que al tocarlo se siente grasoso, aceitoso, pero con la particularidad de que al evaporarse, no deja ninguna huella, ni mancha, solo tenue fragancia y un recuerdo sensorial agradable y esenciales por ser la esencia de una planta. Nada que ver con los aceites vegetales o de cocina, formados por triglicéridos (ésteres de glicerol y diversos ácidos grasos), que son muy poco volátiles, pesados y dejan la mancha grasosa sobre cualquier superficie de contacto, son fácilmente oxidables, mientras que los aceites esenciales, al contrario, se usan como mezclas antioxidantes en diferentes productos terminados (jabones, cremas, etc).
Los mismos se obtienen por diversos métodos a que es sometido el material de la planta entre ellos: destilación por arrastre de vapor de agua, prensado en frío, enfleurage y otros métodos. Los aceites esenciales deben diferenciarse de las esencias que son productos químicos que imitan el olor de estos, son más baratos y no tienen las propiedades terapéuticas de los aceites esenciales .
Por el Dr. Hugo Golberg, especialista en Fitomedicina, docente de la Universidad Maimónides. Docente del curso de Aromaterapia del Instituto de Formación Holística Dos Mundos.