El 5 y 6 de noviembre realizarán en la ciudad entrerriana de Basavilbaso el primer Encuentro de Pueblos Fumigados, donde se reunirán doctores, investigadores, docentes universitarios, abogados, licenciados en salud, ambientalistas y damnificados de Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires para hablar de los graves efectos que tiene la fumigación con agrotóxicos cerca de las escuelas.
«Paren de Fumigar las Escuelas», es el nombre de este encuentro y la consigna que desde 2012 se convirtió en campaña de la mano de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) y la Asamblea Ciudadana Ambiental de Concepción del Uruguay, tras recopilar denuncias de docentes y familiares de estudiantes fumigados de las escuelas rurales.
Los organizadores promovieron este encuentro tras establecer en un relevamiento que el 80 por ciento de las 800 escuelas rurales de Entre Ríos son fumigados entre 4 y 8 veces por año con venenos para la agricultura industrial. Además detectaron que la mayoría de las escuelas se encuentran rodeadas por cultivos agro industrial a menos de 50 metros.
El estudio, realizado en los departamentos de Nogoyá, Diamante, Colón, Concordia, Victoria y Concepción del Uruguay, establece que cerca de 2500 estudiantes primarios, secundarios y semi presencial, y más de 500 docentes y personal de instituciones entrerrianas son fumigados y afectados por el uso de agro químicos, principalmente glifosato, 2.4D, atrazina, clorpirifos, fipronil y deltametrina.
De 23 escuelas rurales del departamento de Nogoyá, 18 son fumigados entre 4 y 8 veces por año, mientras que en Gualeguaychú fueron fumigados en 19 escuelas sobre 23 relevadas, de acuerdo al informe. Esto generó intoxicación, problemas de atención, ardor en los ojos, mareos, dolor de cabeza, afecciones en la piel y en las vías respiratorias, vómitos y problemas gastrointestinales, detalla el reporte.
Jorge Bevacqua, del espacio ‘Paren de fumigar’, sostuvo que «los primeros y más afectados son los docentes y la comunidad escolar rural: en la provincia el 80 por ciento de las escuelas rurales están rodeadas de algún cultivo de agro industrial que es fumigado entre cuatro y ocho veces por año, y aunque no se realice en horarios de clases, el producto persiste y docentes y niños sufren los efectos»
Jorge remarcó que se realizará el encuentro de pueblos fumigados «para alertar sobre los efectos de los agrotóxicos en la salud, divulgar cuáles son los efectos del producto, los cuidados necesarios, la legislación que hay que protege a la ciudadanía, y para comenzar el camino de transformación agropecuaria que lleve a que la salud, la vida, le gane a la ganancia».