Seis de cada diez argentinos tienen problemas para dormir, según una encuesta realizada por una empresa internacional de salud en 13 países, que reveló además que los principales trastornos son insomnio, apnea, ronquidos, síndrome de piernas inquietas y narcolepsia.
El estudio señaló que el 64 por ciento de los argentinos, es decir, más de seis de cada diez, padece condiciones como insomnio, ronquidos, apnea, síndrome de piernas inquietas o narcolepsia -exceso de somnolencia irresistible durante el día-, que impactan negativamente en el sueño.
El informe «Mejor sueño, mejor salud, una mirada global sobre por qué nos estamos quedando atrás en el sueño», fue realizado con vistas al Día mundial del sueño, que se conmemoró el 16 de marzo.
A través de encuestas online realizadas a personas de Estados Unidos, Australia, Argentina, Brasil, China, Colombia, Francia, Alemania, India, Japón, México, Polonia y el Reino Unido se confeccionó un mapa sobre las dificultades de las personas a la hora de dormir.
Respecto de mantener horarios regulares para dormir, menos de la mitad de las personas en Latinoamérica dijo acostarse a una hora determinada: en Argentina, por ejemplo, sólo el 32 por ciento se va a a dormir a un horario establecido.
«El buen sueño es uno de los pilares de un estilo de vida saludable, que puede tener un impacto inmediato en nuestro bienestar con tan sólo una noche de no dormir”, alertó Eduardo Borsini, neumólogo del Hospital Británico de Buenos Aires.
En la Unidad de Medicina del Sueño de ese centro de salud se atienden alrededor de 2.400 consultas y se realizan 3.255 estudios de sueño (polisomnografías nocturnas) por año, resultando entre los trastornos más frecuentes las apneas y el insomnio.
«Cuando hay ronquidos fuertes, despertares con sensación de ahogo, boca seca o cefalea, sueño excesivo durante el día, dificultades para mantener la atención, pausas respiratorias durante la noche y necesidad de orinar muchas veces, estamos en presencia de dificultades en el sueño», detallaron.
En los niños, en tanto, las apneas del sueño pueden generar déficit de atención e hiperactividad, dificultades en la escuela, posiciones raras para dormir o enuresis (orinarse por las noches).
«Es muy importante que el paciente consulte a un profesional y evite automedicarse, ya que toda medicación tiene posibles efectos adversos y puede interactuar con otros tratamientos o sustancias», advirtió por su parte Elda Berrozpe, de la Unidad de Medicina del Sueño del Fleni.
Los trastornos del sueño son considerados asimismo un problema de salud pública, que impacta en la economía y productividad.