El pistacho es uno de los frutos secos con mayores propiedades. Según la Asociación Americana del Corazón, ayuda a reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, debido a sus bajos niveles de grasas saturadas y altos de monoinsaturadas y esteroles vegetales.
Ricos en proteínas vegetales, los pistachos también tienen un gran número de vitaminas del grupo B, A y E (con propiedades antioxidantes) y minerales como fósforo y magnesio y son el combustible ideal para los deportistas debido a su gran aporte energético (30 gramos tienen 167 calorías) a base de grasas saludables y proteínas vegetales que ayudan a fortalecer y recuperar la masa muscular.
Hábitos sociales de consumo más sano y el desarrollo de su aplicación en heladería y gastronomía, permitieron que el pistacho ganara espacios en el mercado interno.
La conciencia sobre los hábitos saludables y la ingesta de alimentos sin procesar contribuyeron a aumentar el consumo de frutas secas en general, que remplazó al de las galletitas y el pan como snacks, y dentro de ese grupo el pistacho se vio beneficiado.
Diez puntos
- Reduce el riesgo de sufrir enfermedades del corazón.
- Es el mejor fruto seco contra la diabetes (Tipo II). Los pistachos reducen los niveles de glucosa en la sangre y mejoran la resistencia a la insulina.
- Mejora la vida sexual, la función orgásmica y el deseo sexual. ¿El secreto? Su alto contenido en grasas saludables, esteroles naturales de las plantas, proteínas, fibra y antioxidantes.
- Ayuda a controlar el peso y reduce la tendencia a la obesidad. Esto se debe a su perfil nutricional rico en fibra, que produce un efecto saciante y prolongado, colaborando al control del peso.
- Favorecen la vista, con nutrientes como la riboflavina, la luteína y la zeaxantina, que actúan como antioxidantes y la protegen del daño solar.
- Mejoran y regulan el tránsito intestinal.
- Mantienen los dientes fuertes gracias al aporte de fósforo.
- Fortalecen los huesos y músculos proporcionado proteínas vegetales, fósforo, magnesio y potasio.
- Reducen el estrés. El potasio y el magnesio de los pistachos contribuyen a reducir la presión arterial y la frecuencia cardíaca en situaciones de estrés.
- Ayudan a mantenerse joven combatiendo el envejecimiento de la piel y protegiendo al cuerpo de los agentes oxidantes.
Historia del pistacho
Este poderoso fruto seco nace del pistachero o alfóncigo, un árbol pequeño originario de las regiones montañosas de Grecia, Siria, Turquía, Kirguistán, Turkmenistán, Irán, Pakistán y Afganistán occidental. Los árboles necesitan de siete a diez años para lograr una producción considerable.
El árbol del pistacho ha crecido en el Oriente Medio durante miles de años. Siempre ha sido un manjar deseado en esta región y se mencionan en el Antiguo Testamento (Génesis 43:11).
En Persia (Irán en la actualidad), el comercio y la propiedad de arboledas de pistacho significaban riqueza y alto estatus. Según la leyenda, los pistachos eran uno de los alimentos favoritos de la Reina de Saba, que pedía que toda la producción de su tierra fuera para ella y su corte. Con las conquistas de Alejandro Magno (año 334-323 Antes de Cristo), el fruto seco llegó a Grecia. Más tarde, bajo el régimen del emperador romano Tiberio, el fruto seco se introdujo también en Italia y España.