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Entre Villa Gesell y Mar Azul habría 8600 kilos de plástico en la arena

La UBA comenzó a estudiar la problemática de los desechos plásticos en los balnearios de la Costa Atlántica y estiman que en las playas desde Villa Gesell hasta Mar Azul, hay 8600 kilos de plástico.

Los desechos de plástico cubren millones de kilómetros cuadrados de los océanos. Tardan miles de años en descomponerse, son dañinos para los organismos y su degradación libera compuestos tóxicos a las redes tróficas.

Un estudio de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) en las playas de Villa Gesell, Mar Azul y Mar de las Pampas estimó una polución total de hasta 86,3 millones de plástico. 

“Medimos el contenido de plásticos en los primeros 10 centímetros de arena. En febrero de 2017 registramos hasta 38 piezas por metro cuadrado de playa. En agosto contabilizamos hasta 104 fragmentos. Esto, en el área de 20 kilómetros de playas analizadas, equivale a entre 7,8 y 8,6 toneladas de plásticos de pequeño tamaño que son consecuencia de décadas de manejo inadecuado de los residuos”, explicó Diego Wassner, docente de la materia Taller de Problemáticas Ambientales de la carrera Licenciatura en Ciencias Ambientales (LiCIA) de la FAUBA.

Los especialistas explican que lo que más encontraron fueron colillas de cigarrillo, fragmentos de plástico, restos de telgopor, tanzas de pesca y papel film. 

Julieta Genovesi afirma que “A pesar de que en el verano se tira más basura en la playa, pasan máquinas que recolectan los plásticos. En agosto, si bien decrece el turismo, también disminuyen las tareas de limpieza, por lo que encontramos más piezas plásticas por metro cuadrado en todas las playas, en comparación con el verano”.

Se calcula que en el mundo, cada día se vuelca al mar una cantidad de plástico equivalente a 1000 camiones de basura. Las proyecciones indican que para el 2050, el océano va a tener más volumen de plástico que de peces. 

Qué pasa con el plástico

“Los plásticos en el ambiente se fragmentan en pedazos cada vez más pequeños. Los animales marinos no se comen una botella o una bolsa entera, pero sí los micro y mesoplásticos que se asemejan a su alimento. Al ingerir estos pedazos, el plástico entra en las redes alimentarias. Puede llegar hasta los seres humanos que ingieren pescados del mar. Por otra parte, los contaminantes tóxicos se ‘pegan’ a los microplásticos y también aumentan su concentración en las cadenas tróficas”, explicó Antonio Barrio, docente del Taller de Problemáticas Ambientales de la LiCIA.

Por su parte, Fernández Zapiola añadió: “Entre otras cosas, debemos manejar adecuadamente los residuos, reciclar los plásticos, disminuir su producción y consumo, y difundir el tema entre los turistas y la comunidad en general”.

 

Fuente y foto: http://sobrelatierra.agro.uba.ar