La agrupación «Salvemos los ríos» de Neuquén invita a la comunidad a marchar contra la contaminación del río Limay, del río Negro y del Colorado, este domingo a partir de las 20 en el balneario Río Grande.
La convocatoria que fue inicialmente para advertir sobre la situación del Limay se hizo extensiva a otras localidades del Alto Valle.
María Rosa Fernández, una de voceras la agrupación, explica que durante el pasado año consiguieron que se votara la Ley 3076 de alerta hídrico ambiental y que si bien no era exactamente lo que habían pedido, que era la emergencia, apeló para que la norma se reglamente.
«Al no reglamentarse la Ley 3076 no entro en presupuesto 2018, eso significa que no hay dinero nuevamente para medio ambiente, sobre todo para las plantas purificadoras, para que funcionen correctamente y acorde a la población de cada ciudad», agregó la ambientalista.
Cómo nació «Salvemos los ríos»
En diciembre de 2016 tomó relevancia masiva la situación de contaminación que afectaba a uno de los balnearios ubicado sobre el río Limay. Los análisis bacteriológicos indicaban altos niveles de contaminación producto del vertido de líquidos cloacales sin tratamiento. Esto movilizó la sensibilidad y despertó la alerta de la población que, casi sin organización previa, salió a la calle a reclamar.
La contaminación por vertidos cloacales sin tratar se viene acumulando desde hace años: en 1996 clausuraron el balneario de la isla Jordán de Cipolletti, sobre el río Negro y en 2009 la del balneario Figueroa de la ciudad de Neuquén.
«La contaminación de los ríos y sus cuencas no proviene sólo de líquidos cloacales domiciliarios: de los vertidos industriales sin tratar o escasamente tratados, los agro-químicos (fertilizantes y plaguicidas) usados en la agricultura y los riesgos derivados de la actividad hidrocarburífera (explotación de gas y petróleo) y de mega-minería», afirman desde la agrupación.