La empresa Aeropuertos Neuquén S.A. fue multada por 150 mil pesos porque en la estación aérea no se realiza el tratamiento adecuado de los efluentes cloacales, lo que provocó la formación de una laguna de líquidos contaminados en el predio ubicado en la zona de Valentina Norte.
El secretario de Gobierno y Coordinación, Marcelo Bermúdez, explicó que “el 28 de abril venció el plazo que le dimos a Aeropuertos Neuquén S.A. para que presente un plan de saneamiento del derrame cloacal y para que elabore una propuesta para el tratamiento adecuado de los efluentes y no cumplió. En consecuencia se aplicó una multa equivalente a 150 mil pesos».
Bermúdez adelantó que el próximo martes el municipio notificará al Ministerio de Energía del gobierno provincial que “el concesionario del aeropuerto no solamente contamina el ambiente por no hacer un tratamiento adecuado de los líquidos cloacales sino que también es un evasor porque se niega a pagar las tasas correspondientes”.
Criticó también la ausencia del Ente Provincial de Aguas y Saneamiento en el tema, ya que el aeropuerto no tiene sus baños conectados a la red cloacal, pese a ser su administración una concesión del Estado provincial, y estar en una zona donde el servicio se presta.
La laguna es una amenaza: creció allí un totoral y se formó un microclima propicio para la presencia de aves, siendo esto un grave peligro para los aviones.
Con relación a la falta de conexión a la red cloacal de la estación aérea, eso fue corroborado desde el EPAS a la radio AM 550, pero aclarando que ningún funcionario se iba a referir al tema porque, precisamente por no estar conectado el aeropuerto a la red, “no es un tema que atañe al EPAS”.
Según se reseña en la nota del diario de General Roca, el aeropuerto desaguaba sus líquidos servidos en un tradicional pozo ciego. Después se construyó un ducto para llevarlos más lejos, y hace 10 años ese ducto se rompió. La laguna comenzó a formarse desde entonces y no detiene su crecimiento.
Problemas cloacales
No es la primera vez que Neuquén tiene problemas con los desagües cloacales. El 31 de octubre de 2016 las calles de la capital de la provincia estaban cortadas por los desbordes de cloacas y una inundación contaminante que, en varios lugares, alcanzó a ingresar a las casas y brotaba de las rejillas de los baños.