A mediados del año 2018 comenzaría a funcionar en la localidad bonaerense de Miramar un parque eólico de 29 turbinas que generaría energía suficiente para una población estimada de cien mil habitantes. El inicio de la obra está previsto para inicios del 2017.
Las turbinas, cuyo eje de aspas estará a una altura de 90 metros, se instalarán en dos predios privados de casi mil hectáreas, ubicados sobre la ruta 88, cerca del acceso a la localidad de Mechongué, perteneciente al mismo partido que Miramar, General Alvarado.
Las turbinas son desarrolladas por la empresa danesa Vestas Wind Systems, el mayor fabricante de aerogeneradores del mundo, y serán instaladas paralelas a dos kilómetros de la ruta.
El parque eólico de Miramar será construido por la firma española Isolux Ingeniería y contará con una potencia de 98 megawats.
El mínimo de viento exigido para que sea factible un proyecto así es 7 metros por segundo, y en la zona de Miramar es de 8,5.
La energía eólica renovable
La energía renovable es la que se obtiene de fuentes naturales virtualmente inagotables, ya sea por la inmensa cantidad de energía que contienen, o porque son capaces de regenerarse por medios naturales. Entre las energías renovables se cuentan la eólica, geotérmica, hidroeléctrica, mareomotriz, solar, undimotriz, la biomasa y los biocarburantes.
La energía eólica es un recurso abundante, renovable y limpio que ayuda a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero al reemplazar fuentes de energía a base de combustibles fósiles. Se obtiene a partir del viento, es decir, la energía cinética generada por efecto de las corrientes de aire, y que es convertida en otras formas útiles de energía para las actividades humanas.
El término «eólico» proviene del latín aeolicus, que significa «perteneciente o relativo a Eolo», dios de los vientos en la mitología griega.
En la actualidad, la energía eólica es utilizada principalmente para producir electricidad mediante aerogeneradores conectados a las grandes redes de distribución de energía eléctrica. Los parques eólicos construidos en tierra suponen una fuente de energía cada vez más barata y competitiva. Pequeñas instalaciones eólicas pueden, por ejemplo, proporcionar electricidad en regiones remotas y aisladas que no tienen acceso a la red eléctrica, al igual que la energía solar fotovoltaica.
La energía eólica no es algo nuevo, es una de las energías más antiguas junto a la energía térmica. El viento como fuerza motriz se ha utilizado desde la antigüedad. Así, ha movido a barcos impulsados por velas o ha hecho funcionar la maquinaria de los molinos al mover sus aspas. Sin embargo, tras una época en la que se fue abandonando, a partir de los años ochenta del siglo veinte, este tipo de energía limpia experimentó un renacimiento.