Y un día, Milo Lockett pintó el Obelisco. Lo hizo el viernes en ocasión de celebrarse el Día del Vino Argentino considerado por ley como bebida nacional. El artista chaqueño alzó la manó para sus ilustraciones inspiradas y dedicadas al vino y su cultura.
La performance tuvo la música de DJ Villa Diamante y Rumbo Tumba, una fusión electrónica con base en instrumentos y sonidos de Latinoamérica.
Argentina es el único país vitivinícola del mundo que ha reconocido el rol cultural del vino, su carácter identitario y su valor como alimento: en 2010 se declaró al vino como Bebida Nacional de la Argentina.
Estas celebraciones están enmarcadas en el Plan de Promoción del Vino Argentino Bebida Nacional, fruto de un convenio entre el Ministerio de Agroindustria de la Nación y la Corporación Vitivinícola Argentina.
“El vino y el arte beben de la misma copa: los vínculos trascendentes como la amistad, la familia, el amor, los sentimientos que nos unen por sobre todas las diferencias. Milo Lockett lo expresa en todas sus obras, llenas de color y emoción, como una copa de vino argentino”, señalan miembros del Fondo Vitivinícola Mendoza.