Belén Rodríguez Cardozo, la directora del registro nacional de donantes de médula ósea, asegura que es prioridad del Ministerio de Salud y del Incucai la construcción de un laboratorio de alta complejidad para reducir el tiempo que transcurre entre que una persona decide donar hasta que ingresa a la nómina con su muestra sanguínea tipificada, aunque todavía no hay fecha de inicio de obras.
La no existencia de un laboratorio de esas características -que en Sudamérica sólo posee Brasil- obliga hoy a que las muestras sanguíneas aportadas por donantes deban ser enviadas a un laboratorio estadounidense para ser tipificadas según su histocompatibilidad, perdiéndose un mínimo de nueve meses en el proceso.
«No es sólo hacer un laboratorio, hay que pasar por los controles de calidad para tener la habilitación internacional, lo que lleva un tiempo», explicó a Télam Rodríguez Cardoso, titular del Registro Nacional de Donantes de Células Hematopoyéticas (médula ósea) que funciona en el Incucai.
La médica explicó que el costo del equipamiento ronda los 1,2 millones de dólares y que podría funcionar dentro de instalaciones ya existentes del Ministerio de Salud, pero «aunque lo tuviéramos en 2017» los controles de calidad necesaria insumirían un mínimo de tres años, precisó.
Mientras el proyecto siga sin concretarse, se debe «recurrir a licitaciones internacionales para tipificar las muestras en megalaboratorios de Estados Unidos», un trámite que se realiza para varias decenas de miles de muestras por vez pero que puede demorar varios meses.
No obstante Rodríguez Cardoso explica que: «la Argentina cuenta en su registro con 75.000 donantes inscriptos, mientras que la red mundial -que integran 59 países- cuenta con 28,5 millones de donantes. Por lo tanto, si una persona no encuentra un donante en 28,5 millones, es ínfima la posibilidad de que lo encuentre en los donantes locales», dijo.
Un laboratorio de las características del que se planea construir «no sólo servirá para realizar estudios de histocompatibilidad, sino que puede realizar otras prestaciones como detectar patologías genéticas y marcadores oncológicos», agregó.
El Registro Nacional de Donantes de Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH) es la entidad argentina que se encarga de gestionar la base de datos con los donantes voluntarios de ese tipo de células madre, que son las que se transfieren de un donante vivo en los trasplantes comúnmente denominados de médula ósea.
Cada año, cientos de personas son diagnosticadas con enfermedades hematológicas que pueden ser tratadas con un trasplante de médula, pero sólo el 25 por ciento de esos pacientes encuentra un donante compatible en su grupo familiar, por lo que muchos deben recurrir a uno no emparentado. Para facilitar el acceso a dicha práctica, existen los registros de donantes voluntarios.
Creado en 2001, el Registro Nacional de Donantes de CPH argentino forma parte de la Red internacional Bone Marrow Donors Worldwide (BMDW), que agrupa registros de 59 países y tiene como principal objetivo conformar una base de datos de donantes tipificados por su histocompatibilidad por HLA (Antígenos Leucocitarios Humanos) y organizar las búsquedas para pacientes con indicación de trasplante médula.
En Argentina, entre 2003 y 2016 se realizaron 813 trasplantes de médula no relacionados a partir de búsquedas de histocompatibilidad realizadas por el registro.