En más de 600 ciudades de Asia, Europa, África y América, miles de personas marcharon hoy para defender la investigación científica en la Marcha por la Ciencia: una protesta que comenzó en Australia y se fue extendiendo a lo largo del día.
Bajo el lema «Ciencia, no silencio» los concurrentes a la marcha portaban pancartas con frases como «la ciencia es global», «amamos la ciencia», «Einstein fue un refugiado», «no hay planeta B» o «El hielo no tiene agenda».
La protesta comenzó en Australia y Nueva Zelanda, y fue propagada por Sydney, Brisbane, Camberra, Perth, Auckland, Wellington y otros conglomerados urbanos como Tokio, Hong Kong, Ciudad de Ho Chi Minh, Seul, Lukla (Nepal) o Nueva Delhi, con actos que celebraron además el Día de la Tierra.
En Nueva Delhi, personalidades como el primer ministro, Narendra Modi, y el premio Nobel de la Paz Kailash Satyarthi reivindicaron la necesidad de proteger la naturaleza para las nuevas generaciones.
Ciudades de Francia se sumaron en apoyo a los científicos estadounidenses y en «rechazo de la nueva Administración de Donald Trump», entre ellas Burdeos, Clermont-Ferrand, Grenoble, Lille, Lyon, Montpellier, Marsella, Niza, París y Toulouse.
En Londres, los manifestantes marcharon por las calles de la ciudad desde el Museo de la Ciencia hasta la plaza del Parlamento, en Westminster, para expresar su preocupación por lo que consideraron una «tendencia alarmante» entre los políticos, a desacreditar la investigación científica.
Investigadores de la NASA y la Agencia Espacial Europea se sumaron a la marcha por la ciencia desde el polo norte.
Un «Picnic científico» o feria de ciencia, con la presentación de experimentos en el Parque Sigmund Freud, marcó el inicio de la marcha en Viena, y unas veinte ciudades alemanas se unieron a la protesta global con acciones para defender la autonomía de la ciencia y oponerse a la llamada ‘post verdad’ y a la postulación de que lo que se conoce como «hechos alternativos».
Desde Friburgo, en el suroeste del país, hasta Greifswald, en el noreste, muchas ciudades universitarias se sumaron a la protesta coordinada por la Sociedad Helmholtz, que también se desarrolló en Colonia o Berlín, donde se reunieron unas 11 mil personas, según los organizadores.
Las razones de la marcha
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó durante su campaña que el cambio climático era mentira y prometió sacar a Estados Unidos del acuerdo de París sobre la reducción de emisiones de gas con efecto invernadero, una decisión que aún están debatiendo sus consejeros.
Su primer proyecto de presupuesto propone un descenso de 31% de los fondos asignados a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y cortes en las subvenciones de los institutos nacionales de salud.
La idea de la marcha por la ciencia nació al día siguiente de la investidura de Donald Trump, cuando se organizaron en todo Estados Unidos y otros países marchas de las mujeres en defensa de los derechos cívicos, que movilizaron a más de dos millones de personas (Con información de agencias).
Fuente: Télam