Los restos de cuatro caciques mapuches vuelven a su pueblo

Los restos de cuatro caciques mapuches, prisioneros al defender sus tierras y su cultura a fines del siglo 19, volverán con su pueblo, a la localidad bonaerense de Trenque Lauquen, luego de ser restituidos por el Museo de La Plata con el objetivo de recibir el descanso postergado desde hace más de 100 años.

Se trata de los restos de los mapuches lonko (jefe) Gherenal, quien fue decapitado inmediatamente después de ser ultimado por el sargento Monteagudo en 1879; del machí «indio brujo»; de gran lonko Gervasio Chipitruz y del cona (guerrero) Manuel Guerra.

El lonko y buta toki (gran jefe guerrero) de la Nación Pampa Mapuche, Lorenzo Salvador Cejas Pincén recibió parte de los cráneos de sus ancestros para trasladarlos a su tierra y cerrar, definitivamente, el ciclo de sus vidas.

Los cuatro caciques mapuches llegaron al museo como parte de la colección de 300 cráneos donados al entonces director Francisco Pascasio Moreno por el jurista y escritor Estanislao Zeballos, quien los había obtenido tras profanar sus tumbas entre 1870 y 1880.

La directora del Museo de La Plata, Silvia Ametrano, explicó a Télam que “cada restitución tiene su importancia propia, pero todas se tratan de seres humanos que vuelven a su tierra y a la comunidad a la que pertenecen”.

“Los cuatro cráneos mapuches estaban identificados desde su ingreso, como parte de una donación de Estanislao Zeballos y en 1989 recibimos el reclamo del lonko Lorenzo Pincén para su devolución en lo que fue el primer pedido de restitución de toda la Argentina”, afirmó,

El antropólogo Fernando Pepe, artífice de las últimas 4 restituciones del Museo de La Plata, explicó a Télam que “en las dos primeras restituciones, en 1994 y en 2001, el museo fue obligado por leyes nacionales especificas a restituirlos ya que se negaban a atender los reclamos, pero desde el 2006 -cuando empezamos a trabajar desde el colectivo GUIAS (Grupo Universitario de Investigación en Antropología Social) – logramos, junto a Silvia Ametrano -directora de la institución- que esto cambiara y ahora estamos resolviendo reclamos como éste que llevan 27 años de antigüedad, una verdadera vergüenza».

«Hasta ahora logramos cuatro restituciones en los últimos 6 años y estamos trabajando para que el año que viene se restituya al gran tokí Calfucura; a tres hombres wichís asesinados en el norte argentino; al tehuelche Sam Slick, y al joven yagan Maish Kensis, que murió a los 22 años prisionero en el mismo Museo de La Plata y estuvo en una vitrina hasta que el el 2006 logramos su retiro de exhibición. Todos volvieron a sus comunidades y fueron enterrados en sus territorios ancestrales según sus cosmovisiones originarias», remarcó.

El lonko Lorenzo Pincén, expresó que «para nosotros este acto es una repatriación de nuestros peñi (hermanos) ya que el Estado argentino invadió nuestro territorio y llevó los cráneos de nuestros ancestros como trofeos de guerra».

Respecto a los colores utilizados, «será de color negro, blanco, rojo, amarillo y azul; negro por la raza negra, blanco por la raza europea, amarillo por la raza asiática y rojo por la raza americana. El azul es utilizado en recuerdo del gran cacique mapuche Calfulcurá, nombre que significa piedra azul».

Isabel Araujo, integrante de la comunidad mapuche, explicó que al llegar las urnas al Museo Histórico de Trenque Lauquen se realizará una ceremonia espiritual, una ceremonia de fuego consistente en hacer en la tierra una melipal o cruz del sur. Se marcará con harina blanca de trigo y con harina de maíz harán rayos de sol. En el medio habrá un fuego, que permitirá hacer una ahumada para sacar la mala energía que pudieran tener las personas presentes y propiciar el equilibrio.

 

Fuente y fotos: Télam