Hace cinco décadas Guillermo Keidel comenzó una obra que fue continuada y perfeccionada por su hijo Oscar: el Recreo Keidel de Zárate. Un espacio agreste y silencioso que en paralelo a la costa recorre 800 metros del río Talavera y es testigo de su unión con el río Paraná Guazú. Hoy está a cargo Elizabeth Keidel, hija de Oscar, quien continúa el legado en homenaje a su padre.
En la época que Oscar Keidel estaba a cargo del camping, el predio no contaba aún con las cabañas y la proveeduría ya funcionaba. Aquí terminaba el camino principal de la zona y con una gran balsa se podía cruzar a Entre Ríos.
Tres generaciones más tarde, con Elizabeth Keidel a la cabeza, el Recreo ganó espacio, comodidades y ofrece algo muy difícil de conseguir: silencio. «El único sonido permitido es el de la naturaleza»; «No levantar el tono de voz, cuide su vocabulario», son algunos de los carteles que refuerzan la máxima del camping.
Está abierto todo el año. Hay 24 cabañas en alquiler, proveeduría completa con buenos precios -agua para el mate $5, pan $28 el kilo, hamburguesa completa $65-, espacio para carpas, gran cantidad de parrillas y mesas, dos muelles, cien metros de playa con arena, bajada de lanchas y un silencio que ayuda al descanso.
En una charla con POR EL PAÍS, Elizabeth explica que el camping está pensado para el descanso de la familia, por eso el silencio es tan valioso. «Queremos que las familias tengan un espacio para disfrutar en paz. Que descansen y se relajen», resume.
Hace once años que Gladys es la guardavida del balneario y conoce con pelos y señales el ánimo de río Talavera. Sin mover su mirada del andarivel que delimita la zona permitida en el agua, cuenta que nada desde niña y disfruta mucho su trabajo. «Siempre le explico a las personas que esto no es una pileta y que no pueden cruzar los límites para nadar. No siempre hacen caso», cuenta.
Aunque la estructura denota el paso de los años, el muelle es el lugar elegido por decenas de pescadores que parecen no alterarse con el intenso calor de la tarde. Otros, aguardan las primeras estrellas para comenzar su pesca y continuar hasta la mañana siguiente.
Para los que aman comer pescado pero no pescan, pregunten por Mabel y Abel. Ellos ofrecen a trecientos metros del camping pescado fresco y a muy buen precio.
La zona de carpas tiene algunos desniveles del terreno, por lo cual es necesario elegir con cuidado la ubicación. La iluminación es muy buena, al igual que la limpieza y la atención del personal. Hay electricidad y wifi.
Cuando la luna asoma y se refleja en el río, cientos de bichitos de luz se convierten en estrellas que iluminan el agua. Aquí el cielo parece más amplio y profundo. Tal vez el silencio lo haga inmenso, como el mismo río Paraná.
Precios
Cabañas para 2 personas desde $750 hasta $1150, para 4 personas desde $1200 hasta 1450, para 6 personas desde $1600 hasta 1900.
Para acampar $200 por persona mayor de 6 años (incluye carpa y auto). Para pasar el día $130 por persona mayor de 6 años (incluye el auto). Se entrega el ticket de miniturismo para no abonar el peaje del puente de regreso.
Reservas e informes de lunes a viernes de 9 a 19 al 03487-15-470576.
Dirección: Pasaje Talavera y Paraná Guazú. Zarate. Facebook: https://www.facebook.com/recreo.keidelcamping
Fotos: Esteban Raies