Julia Etulaín es una bióloga de 33 años que vive en Remedios de Escalada, zona sur del Gran Buenos Aires. Fue premiada el 21 de marzo en París por una investigación sobre el plasma rico en plaquetas y su aplicación para curar heridas, trabajo que la colocó entre las quince científicas más prometedoras del mundo. Es la primera vez que una argentina gana en esta categoría.
Julia Etulain ganó una beca de L’Oréal-UNESCO por sus investigaciones sobre la regeneración de tejidos. Impulsa un método rápido y de bajo costo para curar heridas.
Julia cuenta que desde niña supo que quería ser científica para poder ayudar a las personas. Es Licenciada en Ciencias Biológicas, Doctora en el área de la hematología, Investigadora Asistente del CONICET y trabaja en el Laboratorio de Trombosis Experimental del Instituto de Medicina Experimental-CONICET/Academia Nacional de Medicina.
«Este proyecto fue mi idea. Se lo presenté a mi directora, le mostré los objetivos y empezamos con los experimentos en 2015. Durante nueve meses fueron todos fracasos. Casi lo abandono, hasta que me dieron el premio nacional L’Oréal-UNESCO», recuerda en una entrevista. Gracias a aquella primera beca local, ahora pudo ganar la internacional que consiste en 15.000 euros para usar en investigaciones, además de darle visibilidad y abrirle numerosas puertas.
Julia propone una técnica simple y económica que sirve para curar heridas, como las úlceras de pacientes diabéticos o las quemaduras. Cuando el tejido no sana, puede ocasionar diversas complicaciones clínicas, incluidas la pérdida de la funcionalidad de una parte de nuestro cuerpo, la amputación de un miembro, cáncer, o infección.
«Hay varios métodos para regenerar los tejidos –como la impresión 3D y las terapias con células madre– pero son carísimos y en Argentina no se consiguen. Acá no existe una alternativa», señala Etulain. A su propuesta la define como baratísima. «De 40 mililitros de sangre, que es un tubo, podés sacar 20 mililitros de plasma rico en plaquetas. Ese procedimiento puede salir 100 o 200 pesos, y es suficiente para regenerar una herida de una persona», detalla.
La científica explica que el uso clínico del plasma rico en plaquetas tiene unos 15 años en Argentina. Lo utilizan muy pocos médicos, todavía no se sabe cómo lo aplican, y no hay publicaciones sobre el tema. Se trata de un método alternativo: no lo hacen en todos los hospitales públicos, no lo receta cualquier médico y no lo cubren las obras sociales.
“Quiero hacer algo más científico, oficial, que se haga en todo el país, porque ahora se hace solo en Buenos Aires. Por eso entré al Comité del PRP de la Asociación Argentina de Hemoterapia e Inmunoterapia. Es el único comité que existe en el país para uso de plasma rico en plaquetas», continúa.
El año pasado, en el Hospital Alemán, empezaron a hacer un protocolo clínico usando plasma rico en plaquetas y Julia trabajó como asesora. Se probó en siete pacientes y el resultado fue exitoso. «La idea es hacerlo en hospitales públicos», agrega la joven y pujante científica.
Recibirán también el premio las científicas Niveen Khashab (África y los Estados Árabes), por su diseño de nuevas nanopartículas que podrían mejorar la detección temprana de enfermedades; Michelle Simmons (Asia Pacífico), por su aporte sobre las computadoras cuánticas ultrarrápidas de vanguardia, y Nicola Spaladin (Europa), por reinventar materiales magnéticos para dispositivos electrónicos de nueva generación.
La nómina de premiadas continúa con María Teresa Ruiz (América Latina), por descubrir un nuevo tipo de cuerpo celeste a mitad de camino entre una estrella y un planeta, y Zhenan Bao (América del Norte), por reinventar materiales electrónicos inspirados en la piel.
Conocé a la científica premiada
Fuente: Entrevista de Vanesa López, clarin.com