Pablo García Borboroglu, investigador del Centro Para el Estudio de Sistemas Marinos, del CONICET y fundador y presidente de la Sociedad Global de Pingüinos, ganó el premio Whitley Gold Award –conocido como el Oscar Verde de la Ciencia- por su trabajo mundial en ciencia y conservación de pingüinos y en áreas protegidas marinas.
La selección del ganador es altamente competitiva, dado que se otorga solo a uno de los más de 190 personas de 80 países que han recibido el Premio Whitley tradicional en el pasado. La ceremonia se realizó en la Real Sociedad Geográfica e incluyó miembros de la Familia Real, celebridades, filántropos y organizaciones ambientales de Europa.
“Traer a la Argentina un premio de este calibre es un gran honor y una tremenda satisfacción. Es muy gratificante que casi 30 años de trabajo en conservación sean reconocidos por una organización de tanto prestigio y visibilidad mundial. Para mi es importante no solo publicar artículos científicos, sino lograr que tengan una utilidad e impacto en la realidad. El trabajo no solo ha ayudado a conservar ambientes y especies con herramientas que trascenderán nuestras vidas, sino también a generar trabajo y recursos genuinos para las economías regionales, mejorando el manejo de actividades humanas en área costeras y marinas», explica el reconocido investiga.
Una gran trayectoria
Pablo vive en Puerto Madryn e inicio su trabajo con pingüinos y conservación marina hace casi tres décadas. Se graduó en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco y obtuvo su Doctorado en la Universidad Nacional del Comahue.
Más de la mitad de las dieciocho especies de pingüinos están amenazadas. Su trabajo ha contribuido a proteger más de tres millones de hectáreas marinas y costeras que ellos utilizan y ha generado investigaciones útiles para la conservación y manejo de ambientes y especies en 4 continentes.
Promovió, obtuvo financiamiento y coordinó el trabajo que llevo a la creación de la Reserva de Biosfera de UNESCO más grande de Argentina. Ha llevado 6.000 chicos de países en desarrollo a conocer sus pingüineras cercanas, para incentivar una cultura de conservación a través de los pingüinos.
También ha promovido la creación y dirige el Grupo especialista mundial de pingüinos de UICN que influye sobre problemas de conservación internacional. Más recientemente, disertó en Naciones Unidas, contribuyendo a incluir la conservación oceánica en la Agenda 2030 de ONU.