Los trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) dieron a conocer una carta en la cual expresan su temor por posibles despidos masivos.
En las últimas semanas, el Ministerio de Modernización recomendó el despido de 782 trabajadores, al tiempo que Apinta, el gremio que los agrupa, se manifestó en estado de alerta y asamblea permanente.
Tras la asunción del nuevo ministro de Agroindustria de la Nación, Luis Miguel Etchevehere (Presidente de la Sociedad Rural), aumenta la preocupación sobre los posibles recortes presupuestarios y despidos del INTA, organismo fundado el 4 de diciembre de 1956.
El INTA es un organismo de vanguardia en el desarrollo agro-tecnológico mundial, que está junto al productor y sus necesidades asistiendo a los sectores sociales que merecen atención.
En este contexto, los trabajadores lanzaron una campaña de concientización pública en Internet, en la que, a través de una carta abierta al director Nacional del organismo, Héctor Espina, ponen en valor su compromiso cotidiano con las tareas que ejercen.
«Trabajamos para el país; para el sector agroindustrial y sus relaciones con los recursos naturales; para las ciudades, los pueblos, y para sus habitantes. (…) Somos personas que dejamos todo nuestro potencial cada día en el campo, en el laboratorio, en organizaciones sociales, en escuelas, en oficinas, en invernaderos, en comunas, en municipios, en empresas», dicen los trabajadores en su carta.
La misiva incluye una solicitud concreta: «Con total consternación y angustia, pero con la convicción y fortaleza de que el INTA somos todos, trabajadores y sociedad, le solicitamos tenga a bien elevar nuestras reflexiones a quienes analizan y deciden en la actualidad, qué necesita el INTA».
En apoyo a los trabajadores y al organismo, una iniciativa similar fue lanzada por los destinatarios de los programas que el INTA desarrolla en todo el país. En ella, productores agropecuarios y agroindustriales; referentes de organizaciones productivas y sociales que están vinculadas con el trabajo del organismo plantean la «profunda preocupación».
Añaden que de confirmarse ese ajuste, «veríamos afectados los servicios que el INTA viene realizando en las distintas regiones tales como capacitaciones, apoyo para formulación y gestión de los proyectos y emprendimientos, entrega de semillas y ponedoras, asistencia técnica y seguimiento de las distintas producciones agropecuarias, debido a que las actividades mencionadas las recibimos de los técnicos de las distintas unidades de Extensión Rural», indica el documento.