Ayer en la Legislatura de Córdoba sancionaron por unanimidad la ley que cede el predio de la histórica estancia Pinas, en la zona cordobesa de Traslasierra en el límite con La Rioja, para la creación de un parque nacional.
El área natural, de más de 100.000 hectáreas, se transformará en un parque nacional que se sumará al ya existente Quebrada del Condorito, y constituirá la segunda área protegida nacional cordobesa.
La tradicional estancia se encuentra en el área de influencia de las localidades de Taninga y Villa de Soto, y cuenta con una superficie de 105.000 hectáreas en las que alberga valores ecosistémicos sobresalientes de interés para la preservación y conectividad del corredor biogeográfico del Chaco Seco, como bosques, arbustales, pastizales naturales y ambientes salinos.
El predio rural, que fue propiedad del legislador Lisandro de la Torre y luego del empresario Juan Manubens Calbet, posee vestigios de la cultura comechingón y una capilla del siglo XIX. Está ubicado en los departamentos Minas y Pocho y limita al oeste con La Rioja, en la ecorregión denominada del Chaco seco, una de las más amenazadas a nivel mundial y a la vez de las menos conocidas por el turismo.
La ex estancia Pinas es un refugio natural para 161 especies de aves, 24 de mamíferos y 30 de reptiles y ocupa un papel protagónico en la conformación del Corredor de Conservación y Turismo del Norte de Córdoba, junto con el futuro Parque Nacional Ansenuza.
Una importante cantidad de las especies relevadas, como la tortuga de tierra, la martineta, el águila coronada, el carpintero negro, el oso melero, el tucu-tucu cordobés, el pecarí de collar y el pecarí chaqueño, se encuentran en alguna categoría de riesgo a nivel nacional.
Fuente: Administración Parques Nacionales