La directora general de la Unesco, la búlgara Irina Bokova, aseguró que el principal papel de la escuela hoy «no es sólo dar conocimientos sino enseñar a los alumnos a distinguir la información real de la falsa» para lo cual el lanzaron una línea de investigación llamada «alfabetización mediática» ante el exceso de datos provenientes de los medios masivos de comunicación e Internet que traen los jóvenes a la escuelas.
«Lo que proponemos es empoderar al joven para que pueda tener una actitud crítica a la hora de evaluar, distinguir lo valioso de lo real. Uno de los objetivos de la agenda de desarrollo sostenible 2030 es poner la educación en función de la ciudadanía global, lograr que ejerzan así sus derechos y libertades y expandir sus capacidades de autodeterminación y desarrollo«, expresó Bokova al programa «En Boca de Todos», de Radio nacional.
Según la directora, las escuelas no son sólo un medio para recibir información, también debe proponer valores, ideas, ciudadanía y fundamentalmente un lineamiento crítico.
Alejandra Zuccoli, coordinadora del laboratorio de comunicación de la Universidad de Palermo, educadora y autora del método PanCoe por el cual los alumnos adquieren conocimientos ayudados por la red social Twitter, aseguró a Télam que la escuela del siglo 21 «será un lugar de contención y laboratorio, muy diferente al que conocemos. Antes las fuentes de la información eran los libros y los maestros, ahora está al alcance de todos y cada persona es un emisor autorizado. Cada celular es un sistema de emisión en sí mismo y toda persona se vuelve fuente de información si está en el lugar correcto», aseguró la profesional.
Para Zuccoli, «lo importante en la escuela será desarrollar las habilidades de desaprender, es decir dejar atrás los aprendido porque es viejo e incorporar las nuevas modificaciones, que son vertiginosas». Quizás el rol del docente pase a otro espacio en este nuevo paradigma, en donde no se podrá etiquetar al conocimiento como bueno o malo. Las nuevas generaciones tienen sus referentes y son ellos los que impregnan las nuevas pautas de comunicación comunitaria. En este contexto la escuela deberá adaptarse a otro estilo», subrayó la educadora.
Para Mara Villanueva, investigadora de nuevas tecnologías de la Universidad Austral, «la escuela del siglo 21 implica múltiples alfabetizaciones asociados a las nuevas tecnologías que implican la oralidad, la lectura de imágenes, la decodificación de textos, por lo que las herramientas digitales que se les pone al alcance de los niños son tan significativas para acceder a una cultura compleja«.
«Antes la escuela era el único lugar habilitado socialmente para transmitir conocimientos. Hoy hay muchos espacios para enseñar y aprender. Desde las redes sociales hasta canales de YouTube. Lo que deben hacer los maestros es establecer los criterios para validar la información que reciben». sostuvo Villanueva.
Mara también remarcó como contraproducente que en este proceso«se deposite en la escuela todas las expectativas. Los padres, la familia, tiene que acompañar para formar una sinergia y apuntar todos hacia un mismo lugar».
Anna Wilkinson, licenciada en psicología y asesora pedagógica en diversas escuelas consideró clave que la Unesco haya puesto el foco en esto de saber discernir porque «hay demasiada información disponible, abruma la cantidad. De esta forma cambia totalmente la forma de enseñar en el aula ya que no es sólo buscar la información sino saber elegirla».
Fuente: Télam