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En Córdoba le pagan a los vecinos que practican compostaje

Corral de Bustos, a 350 kilómetros de la ciudad de Córdoba, es el primer municipio del país en entregar «eco bonos» a aquellos vecinos que realizan compostaje domiciliario. Los primeros 18 bonos se entregaron a las familias que llevan un año en el proceso.

En la ciudad viven 12.500 habitantes que cuentan con un servicio de recolección diferenciada de residuos: tres veces por semana se retiran los orgánicos y las otras tres los que no lo son.

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Todo el material va a una planta de compostaje donde se elabora el abono que se emplea para los espacios públicos de la ciudad; además -a cambio de cinco kilos de papel y cartón- los vecinos pueden retirar un kilo de compost.

El esquema se completa con «puntos limpios» instalados en espacios públicos para diferencias residuos de vidrio, latas, y papel y cartón. Todo lo que se retira se prensa y se comercializa.

El municipio de La Plata lanzó ahora el programa «Cuentas verdes» que incluye un 10% de descuento a la tasa de la propiedad a los vecinos que participen de los procesos de selección, clasificación y reciclado de los residuos.

Cómo nació el proyecto

La idea del compostaje domiciliario surgió al hacer el cálculo de cuánto ahorraría la municipalidad por no recolectar y gestionar esos residuos orgánicos. En ese marco, la comuna entrega a los inscriptos la compostera (de madera o plástico) y las lombrices californianas que se emplean en el proceso.

Para estimar el monto de los bonos, la municipalidad calculó el ahorro obtenido y lo dividió por los involucrados. Por persona el promedio del bono es de $120: en Corral de Bustos equivale al 10% de la tasa anual de propiedad de un inmueble de 10 metros de frente.

Los vecinos que se inscriben para hacer compostaje domiciliario reciben un taller (del que también participa el INTI) y, a lo largo del año, tienen inspecciones que certifican que el proceso se está desarrollando.

«Es un caso piloto y va muy bien; lo reforzamos con campañas en las escuelas y los chicos replican la experiencia en sus casas. No es sólo basura que no gestionamos, sino un beneficio para quienes tienen sus huertas y jardines. A nosotros mismos nos sorprendió el interés que generó», explicaron desde el municipio.

Gabriela Origlia