El doctor especialista en diabetología y creador de la primera escuela para diabéticos, Gabriel Lijteroff, brindará este viernes 30 dos charlas libres y gratuitas en el Club Atlético Monte Grande y en el Centro Cultural el Telégrafo, donde tratará el tema de la diabetes y realizará un contraste entre la medicina alternativa y la tradicional. Gabriel avisa que: «Como siempre, habrá música y sorteos y toda la alegría de reencontrarnos».
Las citas:
El viernes 30 de septiembre en el Club Atlético Monte Grande, ubicado en Yrigoyen 77, de 9 a 11.
Abordará la temática de sexualidad y diabetes con el doctor Jesús de Pedro. Asimismo, tratarán y expondrán acerca de los cuidados de la salud oral en diabetes, con la explicación de recetas exquisitas y bajas calorías con el médico y chef Tomás Carracedo.
El mismo día, pero a las 17, en el Centro Cultural el Telégrafo: Alem 275, Monte Grande, la temática será «Medicina alternativa versus medicina basada en el evidencia científica, cuando la magia se entremezcla con la ciencia».
Este encuentro lo Organiza la Unidad de Diabetología del hospital Santamariana y AMADU (asociación manos dulces Echeverrianas) con el auspicio de Federación Argentina de Diabetes y la secretaria de salud de Esteban Echeverría.
Dos propuestas de gran valor para la salud y el cuidad del cuerpo humano, que además son libres y gratuitas para los vecinos de cualquier punto del conurbano.
Gabriel Lijteroff: el creador de la primera escuela para diabéticos
Un día a Gabriel Lijteroff descubrió que varios de sus pacientes no cumplían con la medicación, y la razón era que muchos de ellos no sabían ni leer ni escribir. Tenían vergüenza de confesarlo, por lo que el tratamiento se ponía difícil: no podían viajar solos ni calcular los niveles de insulina.
Corría el año 2000 y por la cabeza de este médico diabetólogo comenzó a flotar la idea de armar lo que más tarde sería una revolución a nivel educativo y de salud: una Escuela de Alfabetización para diabéticos se ponía en marcha en Monte Grande, partido de Esteban Echeverría. Gracias a esta escuela, además de leer y escribir, las distintas generaciones de egresados aprendieron todo lo referido a la educación diabetológica. Todos ellos saben cómo actuar ante una hipoglucemia y más del 90 por ciento puede reconocer el pie en riesgo y hacer los cuidados primarios.
El resto de las estadísticas hablan por sí solas: el 74% realiza y registra el autocontrol de la glucemia y el 59,2% hace ejercicio, cuando al principio no lo hacía ninguno. Y el 74% cumple las indicaciones médicas, a diferencia del 14,8% inicial. El 100% de los pacientes con diabetes tipo 1 lograron poder aplicarse solos la insulina.
La valiosa experiencia de la alfabetización entusiasmó a muchos y los empujó a querer más. La mayoría quiso seguir estudiando, no sólo por los conocimientos, sino por la importancia que éste tiene para conseguir un trabajo.
En 2011 puso en marcha la primera escuela secundaria para adultos con diabetes: la primera en Latinoamérica.
«Los objetivos son distintos a los de la escuela primaria, porque, en este caso, lo que logramos que cambiara en los pacientes fue el metabolismo«, comenta Lijteroff. A la currícula oficial de educación secundaria para adultos se le agrega la diabetológica y la alimentación saludable. Además, los alumnos tienen educación física.
«Tenemos como otro de nuestros objetivos incluirlos en la sociedad», afirma el médico, quien subraya que los diabéticos no son discapacitados en sí mismos, lo que significa que la diabetes no implica la discapacidad, aunque algunas complicaciones puedan derivar en ella.
Fuente: timigpolitico.com.ar