El 1° de noviembre se celebra el Día Mundial de la Ecología, ciencia que tomó su nombre en 1869 y que tiene como objetivo estudiar las relaciones de los organismos vivos en un determinado ambiente. Celebrar este día es recordar la importancia que tiene cuidar estas relaciones e invita a tomar conciencia sobre la necesidad de hacer algo frente la terrible crisis ecológica mundial que vivimos en las últimas décadas.
El término ökologie fue acuñado en 1869 por el naturalista y filósofo alemán prusiano Ernst Haeckel a partir de las palabras griegas oikos (casa, vivienda, hogar) y logos (estudio o tratado), por ello ecología significa: el estudio del hogar.
En un principio, Haeckel entendía por ecología a la ciencia que estudia las relaciones de los seres vivos con su ambiente, pero más tarde amplió esta definición al estudio de las características del medio, que también incluye el transporte de materia y energía y su transformación por las comunidades biológicas.
El daño ambiental y ecológico es cada vez más grande, sus principales consecuencias actuales son: la desertización, el aumento de la temperatura, la erosión de los terrenos, la destrucción de la biodiversidad, la crisis mundial de los recursos hídricos y la contaminación del aire, suelo y agua.
La explosión demográfica es grande: ya somos más de 7 mil millones de personas, de las cuales 1,9 mil millones viven en pobreza extrema y 900 millones carecen de un servicio seguro de agua potable y saneamiento. Tal crecimiento demográfico demandará mayor cantidad de recursos y para el 2050, se calcula que se perderá más del 50% de los ecosistemas naturales, al ritmo de la destrucción actual.
¿Qué podemos hacer?
«A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota», afirmó con tanta razón la Madre Teresa de Calcuta. Y de eso se trata: de entender que por más pequeño e insignificante que parezca, cada acción diaria puede ayudar a proteger el medio ambiente y revertir la crisis mundial ecológica. Si no empezaste a cuidar el medio ambiente, hacelo hoy. Te ayudamos con algunos consejos:
- Separar los residuos y participar en programas de reciclaje;
- Ahorrar y cuidar el uso del agua, y hacerle saber a quien la esté derrochando -lavando el auto con mangueras o baldeando sin control las veredas- que debe cuidarla;
- Apagar las luces y los electrodomésticos cuando no se usen. Recuerda que tener los aparatos en «stand by» (con el piloto rojo encendido) también consume energía.
- Consumir frutas y verduras de temporada, producidas de manera ecológica y local. Así se evita el fomento de producciones horto-frutículas intensivas que demandan grandes cantidades de agua y utilizan fertilizantes y pesticidas que contaminan el agua.
- No tirar por los desagües nada que no sea agua. Los restos orgánicos, como los aceites y otros residuos, contaminan nuestros ríos y dificultan el trabajo de las depuradoras.
- Utilizar de forma eficiente la energía (incluido el transporte);
- Involucrar a la familia y amigos en esta tarea de cuidados.
- Comprar sólo lo necesario y no dejarse influir por modas o publicidades agresivas.
- Usar productos reutilizables: servilletas y pañuelos de tela, vajilla de cristal o cerámica, etc.
- Para fabricar una tonelada de papel virgen se necesitan 115.000 litros de agua; en el caso del papel reciclado 16.000 litros, es decir, un 89% menos.
- Utilizar los puntos limpios de tu municipio para depositar aceites, baterías de coche, fluorescentes, restos de pinturas, radiografías, residuos informáticos, etc.
- No descongelar los alimentos bajo el grifo.
- Elegir productos de limpieza sin cloro y evitar detergentes con fosfatos y tensoactivos químicos.
- Elegir lámparas de luz ecológicas: las fluorescentes compactas consumen sólo el 20% de energía que las tradicionales y duran ocho veces más.
Estas son algunas ideas que el equipo de Por el País considera fundamentales para que, desde casa, podamos hacer algo para frenar la crisis ecológica. Porque no hay que esperar que los demás se ocupen: empecemos hoy mismo a hacer algo desde casa.
Nunca como ahora la ecología había adquirido tanta importancia, pues de acuerdo con algunas estimaciones cada diez segundos desaparece una especie viva para siempre y se pierde el equivalente a cinco canchas de fútbol en bosques tropicales.
Cuando desaparece una especie se distorsionan las relaciones existentes entre ella y otros seres vivos, como sucede con la desaparición de los bosques y la regulación climática e hidrológica, y la producción de basura que introduce contaminantes a las aguas, los suelos y el aire.
