Las cancelaciones de reservas de productos turísticos y la abstención en materia de viajes generada por el coronavirus (Covid-19) en Argentina pueden generar una baja de ventas del 100% en el rubro, advirtieron desde el área empresaria, que pide una emergencia económica para la actividad, en tanto el Gobierno anunció la elaboración de un protocolo de actuación para la protección del sector.
El virtual cierre de fronteras a turistas de los principales emisores del hemisferio norte, como Estados Unidos, Europa, China y Japón, derivó en caídas de ocupación en vuelos domésticos a destinos internacionales, con la consecuente baja de reservas hoteleras y de paquetes turísticos, así como la renta de automotores, asistencia a restorantes y contratación de guías turísticos.
Sobre las ventas de productos turísticos en general en enero y febrero, Faevyt dijo que hubo una caída cercana al 40%, mientras que por efecto del Covid-19 esperan una baja aproximada al 100%. Sin embargo, el turismo a destinos nacionales para antes del invierno aún sostiene un crecimiento interanual, apoyado en la situación cambiaria, según algunos operadores locales.
El turismo de reuniones, donde Argentina es líder latinoamericano, con Buenos Aires como la principal ciudad de toda América para la actividad, fue el primero en caer, debido a que se realiza a puertas cerradas y con gran concurrencia internacional.
De similar manera se fueron suspendiendo las citas más importantes del deporte, como el Moto GP de Santiago del Estero, el mayor encuentro de esta disciplina en el país y parte del campeonato mundial del motociclismo, y le siguieron los encuentros artísticos, como Lollapalooza, que si bien se trasladó para la segunda mitad del año afecta la coyuntura de este semestre.
A la cancelación de estos grandes eventos se sumaron las de numerosos festivales, fiestas patronales, encuentros deportivos y religiosos en ciudades y pueblos provincias, aún los que se realizan en espacios abiertos y al aire libre, como recitales y jineteadas y certámenes deportivos.
Ante la pérdida en el mercado interno, muchas agencias de alcance internacional comenzaron a promocionar destinos externos, en base a recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud sobre viajar a lugares cálidos, en especial tropicales, como Brasil y Perú para los meses próximos y luego, ya en nuestro invierno, el hemisferio norte, donde no descartan lugares de riesgo actual, como Nueva York y Tokio.
Pedido de emergencia
En este contexto, el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, recibió a representantes del sector, como la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo (Faevyt), la Cámara Argentina de Turismo y la Asociación Hotelera Argentina.
Los empresarios pidieron que se declare la emergencia económica, productiva y fiscal para el sector, y ambas partes acordaron conformar una mesa de diálogo para monitorear la situación y concertar medidas.
Esa cartera informó que, entre otros puntos, se dispuso la elaboración de un protocolo de actuación para la protección del sector hotelero y la detección temprana de posibles casos de coronavirus en los establecimientos del rubro.
El ministerio, en conjunto con los bancos Central y Nación, la Administración Federal de Ingresos Públicos y la cartera de Trabajo, también comenzó a analizar la implementación de medidas que disminuyan el impacto económico del coronavirus en la actividad turística.
Datos difundidos ayer por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (Indec), en su mensual Encuesta de Turismo Internacional, señalan que en enero hubo una caída interanual de 7,4% en los arribos del exterior, que fue del 19% en el caso de las salidas del país.
En enero, el Indec registró 314.000 llegadas de viajeros no residentes a Argentina a través de los aeropuertos de Ezeiza y la Ciudad de Buenos Aires -que concentran el 90% de ese movimiento- lo que marcó una baja interanual de 6,3%, en tanto las salidas por esas estaciones aéreas marcaron un descenso de 16,2% respecto del mismo mes de 2019.