Nanni Moretti en Aprile

Cinco momentos del BAFICI

Luego de diez días en los que se exhibieron cuatrocientas películas, entre cortos y largos, el BAFICI terminó y nos dejó estas imágenes. Por Gabriela Koolen.

1. Apertura y movilización

La 19° edición del festival arrancó en el cine Gaumont con la proyección de Casting, una comedia del alemán Nicolas Wackerbarth, que homenajea a otra del director Rainer Fassbinder. La película muestra los días previos a la filmación de una remake televisiva de Las amargas lágrimas de Petra von Kant, de Fassbinder, en los que se suceden las candidatas para el rol principal de Petra. El contexto conflictivo que se vive en el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) y el ENERC no estuvo ausente del festival, y durante la primera jornada estudiantes, actores, artistas y trabajadores de la industria cinematográfica se congregaron en la puerta del cine para reclamar la renuncia del ministro de Cultura, Pablo Avelluto, y la democratización del INCAA, luego del desplazamiento de Alejandro Cacetta de la conducción del Instituto.

2. Pasión italiana

Nanni Moretti en Aprile

Nanni Moretti en Aprile

El director italiano Nanni Moretti fue una de las grandes figuras del festival. Además de la proyección de sus películas, los cinéfilos pudieron disfrutar de una charla en la que habló acerca de sus modos de trabajar. El cine de Moretti se caracteriza por una fuerte presencia de la primera persona, con el realizador formando muchas veces parte del elenco interpretando alter-egos suyos.En la inauguración del BAFICI era entre curioso e irónico verlo dar entrevistas en el hall del Gaumont mientras afuera las entidades del audiovisual y los estudiantes marchaban en defensa del cine nacional. En medio de una sala de cine, justamente, su lugar de pertenencia, si uno miraba a un lado y al otro de la entrada, cubierta de posters de películas, no podía evitar pensar que estaba en medio de una de sus ficciones autobiográficas y que las cámaras y las personas que estaban afuera eran parte de la puesta en escena. Su retrospectiva completa y su presencia le dieron aun más prestigio al festival.

3. ¿Un asado que no es argentino?

Todo sobre el asado

Todo sobre el asado

El BAFICI tuvo su sección dedicada a los amantes de la gastronomía, que incluyó un lugar especial para el típico plato nacional. Todo sobre el asado el documental de Gastón Duprat y Mariano Cohn logra delinear con agudeza el mito que representa el asado para todos los argentinos. Además, busca develar sus orígenes a través de un curioso análisis sociológico.

Atractivo y entretenido “Todo sobre el asado” se gana la sonrisa de los espectadores a través de un viaje a lo profundo de la Argentina, donde el asado es una comida y un ritual tan primitivo y contemporáneo, salvaje y refinado, un arte y una ciencia. El documental, que se verá en breve por televisión abierta, está tratado como es usual en la dupla, con un desplazamiento que ofenderá a más de un criollo. Se exhibió gratis en Plaza Francia y en barrio Rodrigo Bueno.

4. Rescates del viejo mundo

No solo de Moretti vive el Bafici 2017. Hubo también una retrospectiva del director español Francisco Regueiro (Valladolid, 1934), sobre quien el festival publicó un libro. Regueiro es una gran sorpresa y su programa valió la pena. Regueiro llevó al paroxismo una idea de Buñuel, la de trabajar sobre personajes excéntricos, atrapados en su circunstancia pero aferrados a sus manías, sus extravagancias y sus locuras en una singular interpretación del libre albedrío cristiano.

5. Instantáneas de pueblo

Una ciudad de provincia

Una ciudad de provincia

El punto de partida de “Una ciudad de provincia”, la película de Rodrigo Moreno, no puede ser más sencillo: filmar el pueblo de Colón y a sus habitantes. Salvo momentos muy precisos, la idea es la de pensar a la cámara como una suerte de espectador omnisciente que viene a visitar este lugar contemplando diferentes situaciones. Desde chicos que ayudan a empujar un auto, hasta partidos de truco y entrenamientos de rugby. Moreno ve algo fascinante en esa calma por la calma en sí, en ese pueblo que algunas veces –y sobre todo llegando hacia el final- es un espacio idílico. La mejor escena de la película viene de un momento que no puede no ser preparado: se trata de un instante en el cual Moreno toma a dos mujeres andando en motos diferentes mientras cuentan anécdotas sobre habitantes de Colón.