Anunciaron la creación del Centro Interdisciplinario de Investigaciones Aplicadas al Agua y al Ambiente (Ciiaaaa) para tratar la problemática del agua en Buenos Aires, desde la provisión de agua potable hasta las inundaciones.
El drama de las inundaciones, la disponibilidad y provisión de agua potable, la higiene, la producción de alimentos, el desarrollo de energía y bienes industriales, y el mantenimiento de los ecosistemas naturales, son algunas de las demandas a las que se buscará aportar soluciones.
El organismo nació de la unión de la Universidad Nacional de La Plata, la Universidad Nacional del Noroeste de Buenos Aires, el Conicet, el Instituto Nacional del Agua y la Comisión de Investigaciones Científicas bonaerense.
El futuro Centro Interdisciplinario de Investigaciones Aplicadas al Agua y al Ambiente estará ubicado en el predio que la Universidad Nacional de La Plata posee en diagonal 113 entre 64 y 66 de La Plata.
El Ciiaaa estará conformado por profesores, investigadores y técnicos, y tendrá como uno de sus principales objetivos generar y transferir conocimiento científico original que permita aportar soluciones para la gestión regional del agua y del ambiente.
Además, apuntará a la promoción de la docencia especializada, la formación de recursos humanos, y el asesoramiento técnico en temas relacionados con el agua y el ambiente.
El presidente de la UNLP, Raúl Perdomo, explicó que «los resultados esperados a partir de esta propuesta están direccionados al asesoramiento a los responsables de la toma de decisiones para afrontar el desafío de gestionar en forma sostenible los recursos hídricos sometidos a las presiones del crecimiento económico, el gran aumento de la población y el cambio climático».
El agua en problemas
Los especialistas sugieren que, si bien se trata de un recurso renovable, la disponibilidad de agua dulce de buena calidad, además de ser relativamente escasa, se ha ido limitando en las últimas décadas como consecuencia de actividades humanas que la degradan, agotan o contaminan.
El incremento en la demanda de agua para distintos fines (uso personal, industrial, agrícola), así como la requerida por los ecosistemas naturales y por los agro-ecosistemas, está planteando la necesidad de incorporar estrategias de planificación en la gestión del agua.
Los estudios indican que el 70% del uso del agua dulce está en el sector agropecuario, y hacia 2050 se estima un aumento del 60 % en la demanda de alimentos. Esto explica la necesidad sobre su asignación eficiente.
Perdomo explicó que «en las áreas urbanas y periurbanas existe degradación de los suelos, escasez de espacios verdes, altos índices de contaminación, déficit de saneamiento y tratamiento de residuos; y todo ello plantea una situación de riesgo ambiental.
Indicó que la contaminación del suelo, aire, agua «se da con niveles críticos en el conurbano bonaerense, y con niveles menores en los grandes centros urbanos provinciales».