En Catamarca aprobaron un proyecto de ley que pretende incluir en todas las escuelas públicas de la provincia la enseñanza del lenguaje de señas.
Los argumentos de esta ley apuntaron a garantizar los derechos personalísimos de los niños sordos, enfatizando en el derecho a aprender y a consolidar su identidad como niños sanos, en un marco de plena integración y de respeto por la diversidad lingüística, como un camino hacia la interculturalidad.
El 26 de septiembre es el día internacional del déficit auditivo a nivel mundial.
Asimismo se destaca que «la inclusión obligatoria de la enseñanza del lenguaje de señas en la currícula de los establecimientos educativos de la provincia, tenga como antecedente la formación de profesores en la Lengua de Señas en la Carrera de Formación Docente».
La lengua de señas, o lengua de signos, es una lengua natural de expresión y configuración gesto-espacial y percepción visual (o incluso táctil por ciertas personas con sordoceguera), gracias a la cual los sordos pueden establecer un canal de comunicación con su entorno social, ya sea conformado por otros mudos o por cualquier persona que conozca la lengua de señas empleada.
Los orígenes
Aun cuando hoy en día las lenguas de señas se utilizan casi exclusivamente entre personas con sordera, el uso de las señas en la comunicación es tan antiguo como el de las lenguas orales, o incluso más, en la historia de la Humanidad, y también han sido y siguen siendo empleadas por comunidades de oyentes.
De hecho, los amerindios de la región de las Grandes Llanuras de América del Norte usaban una lengua de señas para hacerse entender entre etnias que hablaban lenguas muy diferentes con fonologías extremadamente diversas.
Otro caso, una tribu única en la que gran parte de sus integrantes eran sordos, debido a la herencia y desarrollo de un gen dominante, y se comunicaban con una lengua gestual.