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En Corrientes y Chaco apareció un insólito cardumen de surubí

En Corrientes y Chaco están sorprendidos por un gran cardumen de surubí que recorre el río Paraná. Acordaron protegerlo por su increíble magnitud, tamaño y tiempo de permanencia, por lo que debieron ajustar medidas de seguridad para evitar la depredación.

En sólo tres días el gobierno correntino labró 51 actas de infracción a pescadores deportivos, en un operativo de seguridad para cuidar a los peces aparecidos cerca del canal de navegación, en aguas interjurisdiccionales compartidas con la provincia del Chaco.

El cardumen es «de magnitud incalculable pero grande en población y en talla, por lo que establecimos controles intensos desde hace un mes para evitar la depredación», dijo hoy el director de Recursos Naturales de Corrientes, Carlos Bacqué.

El hallazgo se produjo durante los primeros días de junio en el río Paraná, casi en el canal de navegación, aguas abajo del puente interprovincial General Belgrano, en una frontera fluvial compartida con el Chaco, zona cercana a la localidad correntina de Manuel Derqui.

Bacqué explicó que «los surubíes se sintieron cómodos y permanecen allí por un tiempo muy considerable para los hábitos que tiene esta especie, que en esta oportunidad se vieron movilizados por el gran caudal de agua que transporta el río en estos días, de arribo para desove del que luego nacen las crías».

Ante la trascendencia biológica del cardumen, las autoridades ambientales y turísticas de Corrientes y Chaco se reunieron el martes último y acordaron reforzar los controles para la protección de la especie.
«Una falta a las normas vigentes para proteger a los peces de nuestro río puede ser una infracción que lleve al decomiso de elementos y una multa, pero también pasa a ser un delito», advirtió Bacqué.

El Paraná tiene un mayor caudal de agua por la crecida, lo que otorga más movilidad a los peces y hace que no se aletarguen en pozos, donde disminuye su actividad vital y también su reproducción. «Es una especie que viene muy castigada por la actitud depredatoria de los pescadores, por lo que, si bien no podemos decir que esté en peligro ya que vemos muchos juveniles, su población se ve afectada y tenemos que salir a cuidarla», apuntó.

El codiciado surubi

El surubí es un pez de agua dulce, de grandes dimensiones, considerado una especie de pez gato por sus características ya que no tiene escamas y exhibe bigotes, preciado por su valor en la gastronomía regional del Litoral pero capturado en demasía en los últimos años, con una notoria disminución de las áreas del río en el que se lo encuentra.

De acuerdo con las reglas vigentes en Corrientes, los pescadores deportivos solo pueden capturar una pieza de surubí por embarcación, que tenga como mínimo 90 centímetros de largo y un máximo de 120.

«Las medidas responden a que debemos proteger a los ejemplares juveniles, de menos de un metro de largo, y a los que están en proceso de reproducción, como aquellos de más de 120 centímetros y que por lo general son hembras», indicó Bacqué y lamentó que los pescadores deportivos no sientan cabeza, se desesperan y desobedecen totalmente las normativas.

Las leyes correntinas establecen que los pescadores -locales o visitantes- deben tener licencia extendida por el Ministerio de Turismo, así como un precinto por ejemplar capturado que se coloca en la cola del pescado y se diferencia por colores según la especie.

«El surubí se puede transportar a otra provincia, a razón de uno por embarcación y con la documentación a mano, pero el dorado no puede salir de Corrientes», especificó el funcionario.

Foto: El Litoral