Los griegos lo llamaban el «alimento de los dioses», y se calcula que se consume hace 5500 años. Hoy, investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) de México afirman que el cacao tiene propiedades contra el cáncer gracias a la «epicatequina», una molécula presente en este fruto.
Los especialistas realizaron estudios y observaron que esa molécula podía matar células cancerosas de forma selectiva y sin afectar células normales.
El cacao es una planta originaria de la cuenca del Amazonas; existiendo evidencia de su cultivo y consumo en esa parte del mundo desde hace 5500 años.
Hace una década, la molécula epicatequina, que está en el cacao, el vino tinto o el té verde, fue asociada con propiedades antioxidantes benéficas para las personas. Y desde hace algunos años científicos del IPN emprendieron sus propios estudios en cáncer.
El investigador de la Escuela Superior de Medicina del IPN, José García Sánchez, identificó que muchos de los compuestos de la epicatequina existen en otros flavonoides (metabolitos secundarios de las plantas) con actividad anticancerígena, y que la molécula «programa a la célula cancerosa para que se autodestruya», reportó la agencia EFE.
«Fue un hallazgo importante, porque si bien los tratamientos anticancerígenos actuales provocan esa reacción, no distinguen entre células cancerosas y normales, por lo que generan efectos secundarios adversos en los pacientes», señaló García Sánchez.
Si bien esos estudios fueron realizados en el laboratorio con cultivos celulares, ahora los científicos investigan en modelos animales para comprobar su inocuidad en seres vivos.
Además, detectaron que si la molécula interacciona con ella misma, bajo ciertas condiciones, forma otras: «Al atacar las células cancerosas con esos compuestos, observamos que eran más eficientes», indicó el científico.
Los especialistas del IPN también combinaron la epicatequina con otros fármacos que se utilizan actualmente en terapias clínicas, como el paclitaxel (Taxol) y el tamoxifeno (Tamoxifen), y comprobaron que «acelera su efecto y disminuye la cantidad requerida de fármacos».
No obstante, en su estudio en animales vieron que en el cuerpo de un ratón de laboratorio la epicatequina modificada «podía ser metabolizada y no llegar a la célula cancerígena», por lo que están trabajando en un proyecto «en fase experimental que desarrolla nanopartículas que encapsulan esa molécula, y luego se añade un anticuerpo que busca al tumor sin desviarse dentro del cuerpo», explicaron.
Qué tipo de chocolate consumir
La cocoa y el chocolate son dos productos de los granos de cacao después de ser procesados. Los granos de cacao son fermentados, asados y pelados. La principal diferencia entre éste y el chocolate es la ausencia o existencia de la manteca de cacao. En el cacao, dicha manteca es poca o inexistente. Por el contrario, el chocolate tiene la manteca de cacao. Por lo tanto tiene más grasa y azúcar, aunque también tiene antioxidantes, pero en menor cantidad que el cacao.
A groso modo, los componentes principales de una tableta de chocolate son tres: pasta de cacao, manteca de cacao y azúcar. El fruto del cacao tiene gran contenido de grasas y se somete a presiones altas para desengrasarlo, teniendo dos productos: pasta de cacao y la manteca de cacao.
Las tabletas de chocolate se hacen o bien, con pasta de cacao solo, una mezcla de pasta de cacao y manteca de cacao (la mayoría de chocolates) o solo manteca de chocolate (chocolate blanco, por ejemplo).
Los granos de cacao contienen: 54% manteca de cacao; 11,5% proteínas; 9% celulosa; 7,5% almidón y pentosanos; 6% taninos; 5% agua; 2,6% olioelementos y sales; 2% ácidos orgánicos y esencias; 1,2% teobromina;
1% azúcares; 0,2% cafeína.
Contiene además muchas sustancias importantes -se estima unas 300- como la anandamida, arginina, dopamina (neurotransmisor), epicatequina (antioxidante), histamina, magnesio, serotonina (neurotransmisor), triptófano (esencial para suscitar la liberación del neurotransmisor serotonina), feniletilamina (FEA), polifenoles (antioxidantes), tiramina, salsolinol y flavonoides. Su efecto estimulante se debe a la teobromina que produce un aumento del nivel de serotonina y dopamina.