Argentina compró cuatro buques rusos que ya arribaron al puerto de Buenos Aires tras navegar 45 días y atravesar el Mar del Norte y el océano Atlántico. Los mismos fueron adquiridos por el ministerio de Defensa para que la Armada Argentina haga abastecimiento de las naves que van a las bases científicas antárticas y funciones ambientales. Todos fueron tripulados por argentinos y rusos.
Estas naves tienen una capacidad de 2.723 toneladas, una cubierta para transporte de material de 414 metros cuadrados equipada con una grúa hidráulica, están propulsados por dos motores diésel y maniobran a través de dos hélices de paso variable en popa y una en proa. Están preparados para cumplir diferentes funciones de sostén y apoyo logístico. Entre otras tareas está la búsqueda, rescate, remolque y salvamento de otras embarcaciones y submarinos hundidos; el control y patrullaje de los espacios marítimos de interés para el país y la posibilidad de contener y mitigar incidentes ambientales.
«Las cuatro unidades son buques polares preparados para desplazar escombros de hielo, por lo que podrán navegar en la Antártida», dijo el suboficial Cristian Monzón, quien está a cargo de la consola de máquinas y la planta eléctrica de una de las naves. «Estos buques pueden asistir a plataformas marítimas y abastecerlas con combustible y agua potable, pueden remolcar unidades en mar y en la Antártida, y asistir en incendios, ya que su sistema hidráulico de monitores llega a los 25 metros de distancia», añadió.
«El viaje fue un desafío, nos llevó 32 días atravesar el Atlántico, y navegar el Mar del Norte fue difícil por las tormentas, pero valió la pena», expresó Monzón, y agregó que «el trabajo conjunto con los navegantes rusos al principio fue difícil por el idioma. En este buque hay un solo traductor, nos manejamos con lo que sabemos de inglés y por señas; además, el sistema de operación es muy diferente a lo que estamos acostumbrados», añadió.
Las naves recorrieron más de 16.000 kilómetros desde Arcángel, Rusia, con una dotación de 30 personas cada una. Tienen una autonomía de más de 40 días navegando a 12 nudos de velocidad sin necesidad de reabastecimiento de combustible.
Los buques, que fueron adquiridos a través de un convenio firmado en diciembre de 2014 con una empresa estatal de la Federación Rusa, fueron fabricados entre 1986 y 1989 y están en muy buen estado.
Las unidades fueron bautizadas ARA «Estrecho de San Carlos», «Puerto Argentino», «Islas Malvinas» y «Bahía Agradable» brindarán mayor seguridad a la navegación con un costo operativo más económico.
Los aproximadamente 120 tripulantes encargados de traer las embarcaciones llegaron a Arcángel el 19 de julio pasado, permanecieron allí dos meses alistando las unidades y recibieron entrenamiento por parte de los operadores rusos, quienes también viajaron a Argentina para continuar con el adiestramiento.
Dos de los cuatro buques serán destinados a la base naval de Ushuaia, Tierra del Fuego, la más austral de la Armada Argentina, desde donde se controla el sector argentino del canal Beagle y se mantiene y re abastece a las embarcaciones de la Campaña Antártica, entre otras tareas.
Otro realizará tareas en la Base Naval Puerto Belgrano, próxima a la ciudad de Bahía Blanca y el cuarto se destinará a la base de Mar del Plata.