Patricia Lamas nació en la puna jujeña pero vive hace veinte años a 4 mil kilómetros de su provincia natal, en la ciudad de Ushuaia, Tierra del Fuego. Su pasión de toda su vida es el tejido, y desde la fría ciudad del sur se propone confeccionar una bandera por el bicentenario de la Independencia, en forma comunitaria y con habitantes de otros lugares del país, como una manera de transmitir el legado cultural de los pueblos originarios a las nuevas generaciones.
“Queremos terminarla antes del 9 de julio, para entregársela a las autoridades como un símbolo de paz y de unión entre los argentinos”, afirma Patricia, con la fuerza de una mujer que atraviesa el país de punta a punta y no le teme a las distancias.
Patricia -Patito para sus amigos- coordina el taller “Nor-Sur”, donde emplean técnicas ancestrales de telar y tejido con agujas. La nueva iniciativa comenzó a cristalizarse en varias localidades jujeñas y continuará por ciudades fueguinas y en otras localidades del país, para cumplir con el objetivo de “entrelazar manos anónimas de argentinas y argentinos en pos de una bandera que simbolice la unión nacional”, explicó.
Lamas tuvo una idea similar hace seis años, cuando lideró el tejido de la la bandera por el bicentenario del 25 de Mayo de 1810, que aún se conserva en el Monumento a la Bandera de Rosario e incluyó el aporte de tejedoras de varias provincias. Aquella vez contó con el apoyo de la secretaría de Cultura de Tierra del Fuego y logró ser incluida en la lista de proyectos financiados con fondos nacionales. Esa bandera ocupó un sitio especial en el stand fueguino montado en la calle 9 de Julio de la ciudad de Buenos Aires para las celebraciones de la Revolución de Mayo.
La propuesta actual mantiene como eje a la identidad como un valor y pretende «transmitir la importancia del tejido como un arte milenario que ha perdurado a través del tiempo para satisfacer necesidades básicas, como el bienestar, la protección, el abrigo y la comodidad”, explica.
Según Patricia, «en el tejido se entrelazan las hebras de lo que hemos sido y de lo que podemos llegar a ser”
El proyecto todavía precisa de apoyo oficial ya que “requiere de la compra de decenas de kilos de lana celeste y blanca, la construcción de pequeños telares manuales y la compra de tramos de transporte aéreo y terrestre para acercar la propuesta a las provincias ubicadas en los extremos del territorio nacional, incluyendo el sector Antártico”.
Lamas comenzó el trabajo en Jujuy y este fin de semana regresó a suelo fueguino para continuar con el tejido de la bandera en barrios de Ushuaia, Tolhuin y Río Grande, mientras aguarda los medios para trasladarse a otros puntos del país.
Fuente: Télam
Foto: Taller de telar