La ballena franca austral que quedó varada hace tres días en la zona de Caleta de los Loros, a unos 140 kilómetros de Viedma, en Río Negro, continúa con vida a pesar de las condiciones climáticas hostiles propias de la época.
«Se esperaba estos días una pleamar con la esperanza de que pudiera retirarla, pero lamentablemente vino otra marea bastante baja que no alcanzó siquiera a cubrirla por completo y se retiró muy rápidamente», explicó el subsecretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable local, Guillermo Ceballos.
Especialistas indicaron que se trata de una ballena subadulta que con marea alta podrá regresar a aguas profundas. Pero eso aún no sucedió. Mientras, técnicos de la Secretaría de Ambiente, guardias ambientales y profesionales del Instituto Almirante Storni de la localidad rionegrina de San Antonio Oeste trabajan desde el viernes para auxiliar a la ballena, que ya fue bautizada con el nombre de Amancay.
La ballena franca varada tiene 12 metros de largo y pesa casi 15 toneladas. «Fue movido de su lugar original por la marea», dijeron. «No es posible el ingreso de alguna máquina vial para ayudar porque la playa es demasiado extensa mar adentro».
Ceballos advirtió que «los signos de debilidad comienzan a ser evidentes» en la ballena y especialistas agregaron que si la situación no se resuelve pronto sus órganos internos pueden dañarse, «ya que su propio peso le provoca contracciones y luego la muerte».