frutas, verduras, agrotóxicos, salud

Alimentación natural: la clave para vencer a los virus y vivir saludables

Por la Dra. Virginia Barrios Millán (*)

En tiempos de coronavirus, queda en evidencia que el sistema inmunológico debe estar bien protegido y que, además de quedarnos en casa, lo que comemos va a marcar qué tan fuerte estamos y cómo nos defendemos de los virus nocivos.

La alimentación afecta a la respuesta inmune. Está demostrado que una persona con una dieta pobre en nutrientes tiene mayor probabilidad de enfermarse. Nuestro sistema inmunológico se ve cada vez más afectado por productos que son un despliegue de marketing, que introducen en los hogares componentes (no me animo a llamarlos alimentos) que nadie necesita, que anestesian los sentidos, mientras se cultivan hábitos de azúcar, aceites y aditivos que enferman.

En todas las enfermedades virales y bacterianas, incluso en la prevención del cáncer, se le debe prestar mayor atención al terreno biológico más que a los agentes invasores. Entre los grupos más vulnerables se encuentran las personas mal alimentadas, aquellas afectadas por excesos de medicamentos, quienes tienen estilos de vida tóxicos (como fumar, no dormir suficientemente, tener rutinas sendentarias), y los adultos mayores con carencias de suplementos vitamínicos y minerales.

Quienes presentan patologías como diabetes o insuficiencia renal están también entre la población con riesgo. Estas condiciones impiden que el sistema inmunitario responda adecuadamente a las infecciones.

Prioridad, las verduras

El consumo de frutas naturales ayuda a mejorar la salud de la flora intestinal, a regular el azúcar en sangre, incluso a reducir el colesterol malo. Se deben incluir alimentos con nutrientes de calidad como panes y cereales integrales, avena, legumbres, y vegetales.

Cuando decimos vegetales no están incluidas las sopas hechas de vegetales deshidratados, ya que sus componentes no concentran ni las vitaminas ni los minerales que se encuentran naturalmente en los mismos.

La idea es simple. En épocas de coronavirus vayamos a las fuentes primarias, los alimentos con bajísimo o nulo procesamiento. Es decir, si lo vemos en paquete, tratemos de evitarlo. Salgamos de la comida industrializada de la que estamos acostumbrados, con ingredientes que ni sabemos pronunciar. Prioricemos la verdulería por sobre la góndola de los snacks o esos productos que generalmente clasificamos como “los que nos entretienen”.

Reconectemos con las frutas, verduras, carnes, semillas. Es momento de probar la comida hecha en casa, los postres naturales. Necesitamos una alimentación que haga bien en todo sentido. Es un camino de ida hacia el fortalecimiento de nuestras defensas.

Algunas recomendaciones a tomar:

  • Disminuir el consumo de azúcar/harina.
  • Priorizar el consumo de vegetales, huevos, pescados y frutas.
  • Tomar sol a primeras horas de la mañana o final de la tarde (es clave para elevar la vitamina D y eliminar virus de cualquier superficie).
  • Dormir 8 horas al día.
  • Proponernos rutinas deportivas que podamos concretar en el hogar.
  • Consumir suplementos en caso de ser necesario, siempre consultando con el médico y haciendo los análisis pertinentes.
  • Estudios de sangre y alimentación

Para identificar las condiciones de nuestro estado nutricional, los estudios de sangre son muy útiles. Permiten a los médicos conocer cómo se maneja la grasa en cada persona, cómo la metaboliza. Por ejemplo, los triglicéridos, el colesterol y las enzimas hepáticas se ven afectadas con el desarrollo de la obesidad.

También con ellos se puede conocer la cantidad de ácido úrico, hierro, glucosa y vitaminas. De este modo, será posible saber qué valores se corrigen sólo con la alimentación y la restauración de hábitos saludables, y qué acciones complementarias (suplementos o medicamentos) pueden requerirse de acuerdo con la situación particular de cada persona.

(*) Bionalista y Bioquímica (M.S. 15643)

Fuente: www.brownonline.com.ar