Dos nuevas especies de abejas fueron descubiertas por investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba) en Misiones. Su característica más llamativa es que usan aceites florales que sólo obtienen al visitar determinadas plantas tropicales.
Se trata de las especies «Monoeca pulchella» y «Monoeca armata», detalló el investigador que lideró el estudio y profesor adjunto de la cátedra de Botánica General, Juan Pablo Torretta, quien explicó que su género, «Monoeca», tampoco estaba documentado en el país.
Esos insectos «forman parte del grupo conocido vulgarmente como ‘abejas aceiteras’, que si bien polinizan flores como la típica abeja melífera, se diferencian claramente porque colectan aceite de ciertos vegetales», agregó Torretta.
«Además de polen, las abejas aceiteras reciben aceite como recompensa por visitar y polinizar las flores. Están distribuidas por todo el trópico, pero fundamentalmente viven en el Neotrópico, es decir, en la región tropical de América. En la Argentina hay una tribu muy difundida llamada ‘Tapinotaspidini’, que incluye una gran variedad de abejas y al que pertenecen las dos especies que descubrimos en Misiones», comentó el también investigador adjunto del Conicet, quien estudia a esos insectos desde hace más de 10 años.
Agregó que las abejas aceiteras «varían mucho tanto en formas como en tamaños: a pesar de que pueden tener distintos colores y medir entre seis milímetros y cuatro centímetros, cuando uno las ve se da cuenta de que son abejas. Una particularidad es que poseen una o varias patas modificadas para almacenar el aceite. En el caso puntual de M. pulchella y M. armata, tienen los cepillos colectores de aceites en la parte interna de las cuatro patas delanteras, en la misma posición que las especies de otra tribu aceitera importante llamada Centridini», explicó el investigador.
«Esa clase de abejas usa el aceite, que es muy energético, para alimentar a sus crías y construir los nidos».
«En lugar de miel, para darle de comer a las larvas elaboran una mezcla de aceite y polen. Asimismo, fabrican los nidos con una masa de aceite y arena o tierra, a diferencia de la abeja de miel, que fabrica los típicos panales de cera. Por otra parte, al poseer hábitos solitarios, las aceiteras hacen nidos pequeños, de pocas celdas», expresó.
El especialista detalló que algunas utilizan cavidades preexistentes y otras ubican sus nidos en el suelo: «Al estar hechos con aceite, los nidos son impermeables al agua. Hay casos documentados de larvas que sobrevivieron inundaciones de hasta siete años y emergieron naturalmente cuando el agua se retiró», ejemplificó.
Torretta aclaró que sólo ciertos grupos de plantas producen el aceite que cosechan estas abejas: «El aceite como recompensa fue un hallazgo reciente. Hace sólo 50 años se vio que existía el vínculo entre ciertas plantas y esas abejas. Quien lo descubrió y describió fue Stefan Vogel, un biólogo alemán que visitó la Fauba y trabajó en nuestro jardín botánico», destacó.
La descripción de las nuevas especies fue publicada en la revista científica «Journal of Melittology».