La empresa «No soy plástico» fabricará bolsas biodegradables y se instalará en Canelones, Uruguay, con la primera planta de biopolímeros de América Latina. Están elaboradas en base a almidones, fibras y aceites vegetales.
Estas bolsas se disuelven en agua caliente a 80°C y en la tierra se convierten en abono, es comestible y en mares y océanos se desintegra. Estas bolsas que cargan hasta 4 kilos son 100 por ciento orgánicas, 100 por ciento compostables y no son tóxicas para ningún ser vivo.
Como campaña, la empresa ha enviado muestras de la bolsa a diferentes medios de comunicación con la consigna de que se pongan en una taza de agua caliente y se revuelva para comprobar si se disolvía.
La Ley sobre el uso sustentable de bolsas plásticas fue sancionada por el Parlamento en el Día Mundial del Medio Ambiente.