La Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Nordeste trabaja en el mejoramiento de la población de aves “Campero-Inta”, promoviendo su cría en sistemas productivos de pequeña escala y autoconsumo.
La avicultura de pequeña escala es una actividad productiva considerada básica para garantizar la seguridad alimentaria, de importancia para la población rural que la utiliza para autoconsumo y en ocasiones para la venta del excedente.
En este tipo de producción de pequeña escala, se crían aves productoras de carne de crecimiento lento, conocidas como “camperos” que se adaptan al tipo de producción alternativa, extensiva.
En la Argentina el pollo “Campero Inta” es el producto de poblaciones sintéticas derivadas del cruzamiento de razas de distinto origen aunque sin participación de aves criollas, contando con cinco genotipos materno.
Desde la Cátedra de Producción de Aves de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Unne, hace más de una década se empezó a trabajar con Centro de Multiplicación de Aves de la Estación Experimental Agropecuaria Corrientes del Inta (EEA – Corrientes) para estudiar la viabilidad de mejorar los rendimientos de esta población de aves.
El Centro de Multiplicación de Aves del Inta, dependiente del Programa Pro-Huerta, tiene a su cargo la distribución de pollitos bebé para todas las agencias del territorio provincial y provincias vecinas.
En los primeros años de trabajo las preguntas que motorizaban los estudios buscaban conocer cómo era la curva de crecimiento de los pollos Campero-Inta, si se podían aplicar planes de manejo reproductivo, planes de alimentación, y otras estrategias que habitualmente se aplican en procesos productivos industriales y a gran escala.
Pero por sobre todo que los planes de manejo puedan ser aplicados por los pequeños productores o productores familiares.
Entre las primeras propuestas de los investigadores de la Unne se encontró la necesidad de separar a machos y hembras en los corrales para mejorar los rendimientos, se empezaron a aplicar planes de alimentación diferenciados, de sanidad, de iluminación artificial, y la búsqueda de alimentos alternativos, entre otras estrategias productivas.
Actualmente se están implementando estudios con ecografías para evaluar la dinámica folicular (faz reproductiva) y predecir rendimientos reproductivos.
“Queríamos identificar en los rendimientos productivos cuánto era responsabilidad de la genética y cuánto de las condiciones ambientales y de manejo del pollo campero” sostuvo el doctor Sindik respecto a cómo se inició esta línea de trabajo articulado entre la Unne y el Inta en el marco de convenios firmados entre ambas instituciones.
Para los especialistas de la Unne y el Inta, quedó demostrado que las poblaciones de “Campero Inta” son una opción adecuada para su aprovechamiento en franjas de pequeños productores, tanto por la genética propia de estas aves como por los planes de manejo que se han ido definiendo y que contribuyen a la mejora de sus rendimientos.
Indicaron que los fines de los trabajos de la Unne y el Inta con los pequeños productores es hacer más eficiente sus actividades productivas para garantizar el autoconsumo pero también aportarle herramientas para lograr un excedente para la comercialización, y destacaron que se está observando una destacada presencia de pollos camperos en las ferias productivas en las que encontraron un buen canal de ventas.
Fuente: El litoral.